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La financiación de medio ambiente en la UE.

La conservación de la biodiversidad aparece como tema prioritario en la mayor parte de los programas públicos de la UE. Los principales instrumentos jurídicos de que dispone la UE para alcanzar dicho objetivo son las Directivas de Aves y de Hábitats. Las Directivas de Conservación no prevén unos fondos específicos destinados a la ejecución de la política de conservación de la biodiversidad y a la implementación de la red Natura 2000. Estas actividades suponen un coste para los Estados miembros, que deberían cubrirse con los presupuestos nacionales en aplicación del principio de subsidiariedad. Sin embargo, habida cuenta de que los costes pueden ser considerables, el artículo 8 de la Directiva Hábitats prevé la posibilidad de cofinanciación comunitaria cuando sea necesario. Para financiar la implantación de la Red Natura 2000, la Comisión Europea optó por el conocido como “enfoque de la integración”, consistente en utilizar fondos existentes de la UE (Fondo Europeo de Desarrollo Regional-FEDER-, Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural-FEADER-, el Fondo de Cohesión-FC- y  Fondo Social Europeo-FSE-) antes que desarrollar instrumentos financieros específicos. La financiación a través del segundo pilar de la PAC (FEADER) es la principal fuente de apoyo a Natura 2000 en la mayoría de los países. En el capítulo agrario, para el período 2014-2020, España ha contado para el primer pilar con 35.700 millones de euros de ayudas directas a los agricultores y ganaderos y 8291 millones de euros para el segundo pilar Desarrollo Rural. Así pues, en 2004 se determinó que “si se pretende integrar las consideraciones ambientales en las políticas de desarrollo regional, agrario y rural, esas políticas deberían contribuir a la financiación de Natura 2000 recurriendo de forma combinada a los instrumentos financieros de la Unión que les son propios. No hay que olvidar que Natura 2000 constituye una contribución importante no sólo para la política de medio ambiente de la Unión sino, además, para las políticas de desarrollo regional, agrario y rural”. Aparte de estos fondos, cabe considerar al programa LIFE, de muy escasa entidad. Por lo tanto, aunque no se destinan fondos específicos a Natura 2000 en los distintos programas de financiación sectorial, existen oportunidades para financiar Natura 2000 en el contexto del apoyo a la biodiversidad en todos los fondos de la UE. Ante las evidencias del éxito limitado del enfoque de la integración, en 2010 el Consejo de Ministros del Medio Ambiente invitó a la Comisión a evaluar si había sido adecuado para la aplicación efectiva de la red Natura 2000. A pesar de estas conclusiones, en 2011 la Comisión Europea presentó una nueva comunicación sobre financiación de Natura 2000 en la que se reafirmó en la conveniencia de mantener y profundizar en el enfoque actual de integración. En el caso de España, la gestión de la Red Natura 2000 corresponde a las Comunidades Autónomas. En la práctica, y en el marco del enfoque de “integración”, esto hace que Natura 2000 compita con una serie de objetivos sectoriales que dificultan la integración de la biodiversidad en los fondos europeos clave (Tribunal de Cuentas Europeo, 2017).