Quebrantahuesos Coronavirus

Fin del confinamiento de los osos pirenaicos.

Las condiciones climáticas atípicas de este invierno favorecieron la salida de ciertos osos, en busca de alimento durante los períodos sin nieve y calor. Así, en los Pirineos Atlánticos, encontramos huellas de osos el 14 de enero, 7 de febrero y 27 de febrero en los altos valles de Aspe y Ossau (Francia), que pueden corresponder a uno o dos machos adultos (tamaño “Néré” o “Rodri”). Uno de estos osos visitó un área donde estaba buscando cadáveres ungulados, como había hecho anteriormente. La otra es donde todavía quedaban algunas bellotas. Del mismo modo, según el equipo oso (OFB), se observó un oso en Melles el 14 de febrero. Pero fue a mediados de marzo que varios osos se movieron simultáneamente en los Pirineos Atlánticos. “Sorita” dejó su osera, sin descendencia (según OFB) y comenzó a moverse en el valle de Aspe. Un oso de tamaño macho adulto circuló en Laruns entre el 16 y el 17 de marzo, según el testimonio que reunimos de una persona que pudo fotografiar sus huellas cuyas dimensiones pudimos evaluar. Al mismo tiempo, en la misma fecha, miembros de la red de monitoreo podían medir rastros del tamaño del oso “Néré” en Haut-Aragón. Los osos han terminado su “encierro” de inviernal, cuando los humanos hemos comenzamos el nuestro. Las circunstancias actuales harán que sea difícil, si no imposible, monitorear a principios de la primavera. ¡Tendremos que ser pacientes!

Noticia del FIEP ver:

http://www.fiep-ours.com/lecture.php?op=lecture&sid=550