El decaimiento, la muerte silenciosa de los árboles.

El decaimiento es un fenómeno global emergente entre algunos bosques del planeta que puede provocar la muerte del árbol por el ascenso de temperaturas debido al cambio climático, así como factores sanitarios y otros. Se manifiesta por la pérdida de hojas (defoliación), decoloraciones y la mortalidad de las ramas. Sin embargo, es importante no confundir el decaimiento con la enfermedad de un árbol. Cuando un árbol está enfermo, sabemos la causa que provoca esa enfermedad. En un árbol que padece un proceso de decaimiento, las causas son múltiples, presentan síntomas agravantes pero sin causa especifica o desconocida. En el Pirineo este fenómeno está presente, y dentro del proyecto CANOPEE tenemos la oportunidad de afinar los conocimientos sobre este fenómeno de manera más concreta en este territorio. En el marco del OPCC 1 ya se estudió la evaluación y el impacto del cambio climático sobre la evolución de los ecosistemas forestales, a través de los indicadores a los que damos continuidad dentro la acción OBSERVAR de CANOPEE. Indicador de vitalidad de los árboles En la anterior Newsletter, hablamos en LA VIDA DE LOS ARBOLES, sobre la fenología; indicador dependiente exclusivamente de las condiciones meteorológicas y fiel reflejo del clima anual. Nos permite, a corto plazo, comparar anualmente las diferencias con respecto a los ciclos biológicos de desarrollo de las especies para identificar la intensidad del cambio climático. En el OPCC 1 también se estudió el decaimiento a través del estudio de las patologías y debilidades de los árboles. Este indicador de la “salud de los bosques”, permite determinar el impacto sobre la vitalidad de los árboles. Sin embargo es un indicador multifactorial pues no depende únicamente de las condiciones climáticas; otros parámetros como el ataque de parásitos pueden originar también decaimiento. Este indicador a medio plazo se estudió a través del déficit foliar, la decoloración foliar y la mortalidad de las ramas dentro de las redes europeas (Nivel I y II). (Rapport technique Evaluation de l’impact du changement climatique sur l’evolution des ecosystemes forestiers, POCTEFA OPCC 1). ¿Sobreestimamos el decaimiento? Cuando se estudia el decaimiento de los arboles existe una tendencia a fijarse exclusivamente en los factores que van mal o que no funcionan, y se observan las ramas muertas o la falta de hojas, pero ¿es suficiente para decretar la muerte de un árbol? ¿Y si hubiera algo más allá de esa aparente muerte? En realidad, los arboles tiene una capacidad de resiliencia y dos árboles que tengan la misma tasa de mortalidad o que presenten déficit foliar idéntico no tienen las mismas posibilidades de supervivencia según la naturaleza de las yemas que contenga (Christophe Drenou, CANOPEE) En CANOPEE pretendemos ir más allá de las apariencias y diagnosticar, mediante un método innovador, las dinámicas de resiliencia de los árboles a través de un método llamado ARCHI. ARCHI-Interesante!! El Instituto de Desarrollo Forestal (IDF) es el servicio de Investigación y Desarrollo integrado dentro del Centro Nacional de la Propiedad Francesa. Christophe Drenou, trabaja desde hace años para desarrollar esta metodología e integrar en el análisis del decaimiento la noción de reversibilidad de un estado de estrés. El método consiste en analizar la arquitectura vegetal del árbol (análisis morfológico del árbol) a través de una serie de preguntas que nos van guiando para detectar los síntomas de degradación y el proceso de restauración de la copa del árbol. Los árboles son clasificados en categorías según su ramificación y naturaleza de las yemas, lo que marcara los procesos de estrés o restablecimiento del árbol en cuestión. Al final el árbol será clasificado entre sano, estresado, resiliente, creación de una segunda copa, o decaimiento irreversible y permitirá planificar las intervenciones posteriores al decaimiento. El esquema siguiente muestra el principio del método ARCHI siguiendo las distintas etapas y posibilidades por las que el árbol puede pasar (Esquema Original Christophe Drenou) El método ARCHI varía en función de las especies de árboles. Por el momento han sido desarrolladas las claves para el roble (Quercus petraea,robur y pubescens), el castaño (Castanea sativa) y el abeto (Abies alba) . En el marco de CANOPEE, ARCHI será desarrollado para el especies representativas pirenaicas: haya (Fagus sylvatica, Pinus sylvestris, uncinata y nigra Salzmannii) y diversos tipos de pinos. Los retos de ARCHI Diversos son los retos que plantea esta acción dentro del proyecto CANOPEE. Por una parte, vamos a crear una aplicación móvil Smartphone con las claves ya desarrolladas y las que están en curso en francés y castellano, para facilitar el trabajo in situ de los observadores. Otro reto que se plantea es el de aplicar este método en el conjunto de los territorios socios del proyecto pero sobre todo, formar a profesionales en la noción de reversibilidad de un estado de estrés a través de una formación para los socios del proyecto. Una fase de campo pondrá en marcha un test en el que se probara la aplicación en parcelas repartidas entre las dos vertientes. En la actualidad se está trabajando sobre las nuevas claves y traduciendo las anteriores. Fuente: http://www.opcc-ctp.org/es/noticias/471-le-deperissement-la-mort-silencieuse-des-arbres