Aínsa-Sobrarbe es el primer municipio aragonés en sumarse al Corredor Biológico Mundial.
El proyecto, impulsado por la oenegé Un Bosque Para El Planeta Tierra, busca la salvaguarda de hábitats de gran valor repartidos por todo el mundo.
LLevan una década trabajando por mantener y promover la protección y la recuperación de hábitats naturales a nivel global. Fue la oenegé Un Bosque Para el Planeta quien inició la andadura, aunque pronto expertos, investigadores de diferentes ramas, líderes indígenas, universidades e instituciones de gran prestigio, así como la Fundación Internacional del Oraguntán, Proyecto Gran Simio España y Reserva del Bisonte Europeo San Cebrián de Muda se unieron al objetivo de crear un gran corredor que uniese superficies naturales singulares de todo el planeta.
Hoy multitud de espacios de alto valor ecológico repartidos por los cinco continentes se han adherido al proyecto. En la búsqueda de esos lugares de especial interés, el Comité Internacional estimó que el municipio de Aínsa-Sobrarbe reunía los requisitos para integrarse en la iniciativa, estableciendo así los primeros contactos con el ayuntamiento. La propuesta fue recibida con entusiasmo y la consabida aceptación.
Se trata, en palabras del alcalde, Enrique Pueyo, “de una nueva oportunidad para ser conscientes de la suerte que tenemos y de la importancia de cuidar nuestra biodiversidad. Formar parte del Corredor Biológico Mundial significa que Aínsa-Sobrarbe gana visibilidad internacional como un territorio donde se respeta el entorno, y donde la promoción y el cuidado de los espacios naturales se considera fundamental para el asentamiento de población y el modelo económico que aquí se genera”.
Cabe destacar que la adhesión no supone coste económico alguno y el consistorio seguirá, como hasta ahora, gestionando sus recursos naturales. En palabras de Jorge Extramiana, presidente de Un Bosque Para el Planeta Tierra, “el municipio puede realizar eventos de alto nivel del Corredor Biológico, participar en los actos que se convoquen, unir su proyecto individual al de otros lugares y recibir apoyo en la búsqueda de soluciones para recuperar hábitats naturales degradados, entre otras cosas”.
El objetivo final, explica el presidente, es “hacer un corredor mundial que la gente pueda recorrer de igual manera que en EE. UU. recorren el sendero de los Apalaches, ya que es la mejor manera de que las personas se mentalicen en cuidar el planeta y la biodiversidad: conociendo el corredor en primera persona, conociendo cada pueblo, su cultura y su increíble naturaleza”.
Extramiana confirma que en España hay municipios adheridos por toda la península. En algunos casos el corredor está comunicado, en otros se está trabajando en ello. En Aragón, por ejemplo, la tarea aún se antoja ardua, pues el municipio de Aínsa-Sobrarbe ha sido el primero de la comunidad autónoma en dar el sí al proyecto internacional. Por eso, el ayuntamiento espera que su paso hacia adelante sirva para que otras localidades aragonesas invitadas acepten y contribuyan a formar parte de la apuesta global.
Lo que le sigue a estos primeros acercamientos es una serie de reuniones con las universidades y con el municipio para decidir las áreas que entrarán en el recorrido. Después, se estudiará el estado de dichas áreas para valorar la necesidad de efectuar plantaciones o tomar en cuenta otras medidas. La incorporación al citado plan es una muestra más del compromiso del equipo de gobierno ainsetano con la preservación y la puesta en valor de su extenso patrimonio natural.