La Generalitat Valenciana con el fin de evitar posibles casos de intoxicación por ingestión de munición de plomo en los dos nuevos pollos de quebrantahuesos liberados en el Maestrazgo ha prohibido su utilización en las áreas de suelta (ver https://www.4vultures.org/lead-ammunition-banned-in-valencia/).

Son numerosos los estudios en España, Europa y otras zonas del mundo que han establecido elevados niveles de plomo en piezas de caza, así  por ejemplo un  equipo de científicos de la Fundación para las Aves Acuáticas y los Humedales (WWT, Wildfowl & Wetlands Trust), junto a investigadores de otras instituciones británicas y del IREC-CSIC de España, ha comprobado que los niveles de plomo de algunos animales de caza ya cocinados superan los límites máximos que marca la UE, debido a que quedan restos de la munición.

La ingestión de plomo mata unas 60.000 aves al año: las acuáticas ingieren perdigones confundidos con piedras; las rapaces se intoxican al cazar presas con restos de munición. Al final de cada temporada, los cazadores dejan detrás de ellos miles de toneladas de plomo en el suelo y el agua de los cotos. Los perdigones que no alcanzan su objetivo permanecen en el sustrato más de 300 años prolongando su efecto tóxico en la naturaleza. El plomo es un metal pesado venenoso. Es especialmente dañino en los humedales. Y España luce alguna de las mayores concentraciones mundiales de perdigones por hectárea del mundo: en L’Albufera de Valencia y en algunas zonas del Delta del Ebro se han detectado 2,5 millones de perdigones por hectárea en los primeros 20 centímetros de sustrato, según el Ministerio de Medio Ambiente. Cada pieza cobrada requiere, de media, 100 gramos de munición.

En España el impacto sobre las aves necrófagas, como el quebrantahuesos, no ha sido abordado hasta fechas muy recientes. En 2008 se localizaron dos quebrantahuesos muertos en Cazorla (Jaén) con altos niveles de plomo en hueso. También se han encontrado evidencias de que la exposición al plomo podría ser un factor significativo de mortalidad del quebrantahuesos en los Pirineos (Hernández & Margalida, 2009).

Debido a las intoxicaciones por ingestión de plomo de quebrantahuesos se vienen realizando pruebas con municiones libres de plomo tanto en Cazorla (2010), como en los Alpes, tanto en el Parque Nacional de Hohe Tauern (proyecto Life Gyphelp Austria), como el de Cévennes (poryecto Life Gypconnect Francia) (2017). Para ello se han organizado diferentes reuniones con el sector cinegético y se han realizado pruebas balísticas con diferente munición. Concretamente Dirección del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas y las Sociedades de Caza de este Espacio Natural Protegido (ENP) durante 2017 no ha permitido en los recechos utilizar munición de plomo.

En 2010 la FCQ solicito a la Dirección General de Sostenibilidad una reunión para abordar soluciones a la problemática que genera la munición de plomo en el medio ambiente.

En el 2014 la FCQ envió propuesta al Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, para la nueva Ley de Caza en relación al empleo de la munición de plomo.

En 2017 la FCQ realizó propuesta para comenzar a utilizar munición libre de plomo en aquellos lugares gestionados por la Comunidad Autónoma de Aragón. Proponiendo  comenzar la implementación de esta buena praxis en las Reservas de Caza donde los derechos cinegéticos corresponden al Gobierno de Aragón. De momento no hemos recibido respuesta a ninguna de nuestras solicitudes y propuestas.