Entre las aves, por la Sierra de Partara.

La presencia de plomo en el medio ambiente se reduce en todo el mundo.

Las políticas de control y reducción de metales pesados aplicadas en los últimos años empiezan a dar frutos

Los esfuerzos por reducir la presencia en el medio ambiente de metales nocivos, como el plomo, empiezan a dar resultados positivos en aquellos lugares en los que se empezaron a aplicar medidas estrictas de control hace años.

El Gobierno de España ya ha anunciado que prohibirá antes de 2025 la munición de caza y los aparejos de pesca de plomo. De momento, solo están prohibidos en los humedales (desde 2023) en toda la Unión Europea (UE), donde se estima que cada año se disparan unas 20.000 toneladas de plomo, que acaban en el medio ambiente.

El plomo, en niveles altos, ocasiona daños permanentes en el cerebro y el sistema nervioso, que pueden provocar convulsiones, pérdida del control muscular, coma, anemia, hipertensión, disfunción renal, inmunotoxicidad, toxicidad en los órganos reproductores y en algunos casos incluso la muerte, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En los niños, afecta directamente al desarrollo durante la etapa de crecimiento.

En los últimos meses, Italia y Portugal han rechazado partidas de carne de jabalí española contaminada por el plomo usado en su caza. Y, según un reciente estudio encargado por SEO/BirdLife, todas las aves silvestres están afectadas de plumbismo por la ingestión de plomo procedente de munición de caza.

Mientras tanto, en algunos países el plomo ya se ha prohibido tanto para cazar como para pescar. Uno de esos países es Australia, donde un estudio de Environment Protection Authority Victoria (EPA), liderado por Minna Saaristo, examinó los niveles de arsénico, cadmio, mercurio, cromo, zinc y plomo en patos silvestres de la región de Victoria.

Las políticas de control funcionan

Los resultados fueron en general alentadores: «El estudio muestra que la mayoría de las especies presentan concentraciones de metales por debajo de los niveles diarios tolerables para los humanos y que las concentraciones de ese metal en el medio ambiente están disminuyendo», explica Saaristo.

Los datos recabados por los investigadores sugieren que están empezando a dar frutos las políticas de control y reducción de metales pesados que se han implementado en las últimas décadas en ese país en productos clave, como la gasolina, las pinturas y los cartuchos de caza.

Una de las conclusiones más importantes del estudio fue que las concentraciones de plomo en las especies de patos analizadas están «muy por debajo del 5% del nivel de ingesta diaria tolerable para adultos y niños, sin importar el tamaño de las porciones», destaca Saaristo.

Esta información es significativa, ya que el plomo ha sido durante mucho tiempo un motivo de preocupación pública debido a sus efectos perjudiciales sobre la salud, especialmente en los niños, más vulnerables a la exposición a este metal.

Según los investigadores, la eliminación del plomo en la gasolina y en las pinturas, así como la sustitución de los cartuchos de caza de plomo en la región, han sido «los factores más influyentes» en la disminución de las concentraciones de este metal en los ecosistemas acuáticos.

«Nuestros hallazgos subrayan la importancia de mantener políticas rigurosas y basadas en la evidencia para gestionar la contaminación por elementos traza en los ambientes acuáticos», afirma Saaristo.

A pesar de los avances en la reducción de plomo, el estudio destaca que algunos metales pesados siguen presentes en el medio ambiente. «Aunque las concentraciones de plomo han disminuido notablemente, los elementos traza continúan acumulándose en las especies de caza silvestre, aunque a niveles bajos», señala el equipo de investigación.

Amenaza latente

El estudio revela que el mercurio sigue siendo una preocupación, particularmente en especies que se alimentan filtrando agua, lo que podría tener implicaciones para la salud humana si se consumen en grandes cantidades.

Además de analizar la situación local en Victoria, el estudio también revisó más de 40 investigaciones previas sobre la presencia de plomo en el hígado y los músculos de diferentes especies de patos en todo el mundo, desde la década de 1970 hasta la actualidad.

Los resultados fueron claros: las concentraciones de plomo han disminuido globalmente. «Nuestro análisis muestra una clara tendencia a la baja en las concentraciones de plomo en el hígado de especies de patos a nivel mundial desde los años setenta», señala el informe.

«Este es el primer estudio que identifica esta tendencia a nivel global, lo que pone de relieve la importancia de las políticas legislativas para limitar la entrada de elementos traza en el medio ambiente», comenta Saaristo.

Aunque los resultados son mayormente positivos, el estudio subraya la necesidad de mantener un «control estricto» sobre la contaminación por metales pesados, pues la acumulación de algunos de ellos, como el mercurio, puede seguir siendo una amenaza.

Los autores insisten en la necesidad de continuar con las políticas de reducción de metales pesados en el medio ambiente, así como de implementar soluciones «más innovadoras y efectivas» para proteger tanto la salud humana como la de los ecosistemas.

Aunque el estudio ofrece una visión esperanzadora, los investigadores subrayan que también debe servir como «recordatorio» de que, a pesar de los avances, la contaminación por metales pesados sigue siendo «una amenaza latente, que requiere una acción continua y sostenida».

Informe de referencia: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S026974912401663

Fuente:

https://www.levante-emv.com/medio-ambiente/2024/10/07/presencia-plomo-medio-ambiente-reduce-109011318.html