Aínsa ensalza el valor del buitre en la naturaleza.
La FCQ organiza visitas guiadas al comedero este verano para concienciar del papel de las aves necrófagas.
Durante julio y agosto, la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) organiza visitas guiadas al comedero de aves necrófagas de Aínsa.
Este espacio se puso en funcionamiento en 2009, y es mantenido y gestionado por la FCQ, gracias a un acuerdo de custodia del territorio con el Ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe y a la autorización del Gobierno de Aragón.
Según explica el presidente de la FCQ, Juan Antonio Gil, el comedero se encuentra situado en la zona denominada «Los Palacios», muy cerca de la villa de Aínsa y se abastece del matadero municipal de la misma localidad, lo que supone un ahorro al Ayuntamiento de unos 4.000 euros anuales, al no tener que contratar un servicio de recogida para incinerar los restos cárnicos.
Y también ahorra al Gobierno de Aragón unos 7.500 euros en concepto de su mantenimiento, con más de 100 aportes anuales, lo que suponen unos 25.000 kilos de alimento para los buitres.
Gracias al comedero, se pueden observar más de 300 buitres leonados, varias parejas de alimoches, dos parejas de quebrantahuesos y decenas de milanos negros y reales. Con él, explica Juan Antonio Gil, «se evita que se emitan a la atmósfera unas 500 toneladas de CO2, ya que al consumir los restos los buitres, no se tienen que incinerar los restos».
Desde 2017 este comedero se incorporó al proyecto de ecoturismo «Pirineos Bird Center» y está financiado por los Grupos Leader-Cedesor. El año pasado se promocionó este espacio a través del proyecto «Sobrarbe, Autóctono y Sostenible», siendo actualmente un punto turístico y de educación ambiental.
Las reservas de visitas se pueden realizar en el Eco Museo de la Fauna Pirenaica-Centro de Visitantes Castillo de Aínsa, a través del teléfono 974500597. Las visitas este verano son lunes, jueves, viernes y domingos de julio y agosto, de 10:30 a 12:30 horas.
En ellas, el guía de la FCQ realiza el aporte de comida y posteriormente se observa el espectáculo del banquete de los buitres y se explica el comportamiento y el estado de conservación de estas rapaces en el Pirineo.
El punto de partida de la visita se realiza en la parada de autobuses de Aínsa. Desde allí, se accede a pie por una ruta de buen firme no apta para sillas de ruedas. El precio de la visita es de 10 euros por persona mientras que los niños de hasta 5 años pueden realizarla gratis. Con este programa se mantiene y gestiona el comedero además de crear puestos de trabajo en el mundo rural.
España tiene alrededor del 80 por ciento de las poblaciones de aves carroñeras de Europa mientras que la comunidad aragonesa posee el 15 por ciento de las poblaciones de buitre leonado, con 4.800 parejas y de alimoche, con 230 parejas en el territorio español. La población de buitre leonado de Aragón se incrementó durante los años 80 y 90, de forma paralela al aumento de la cabaña porcina.
Tanto el buitre leonado como el alimoche son especies en régimen de protección especial. Hasta la crisis de las «vacas locas», cuyos primeros casos se detectaron en España en el año 2000, existían multitud de puntos con fuentes de alimento. La crisis provocó una serie de decisiones que endurecieron el control y en 2003 apareció el sistema de recogida de cadáveres.
Conscientes de que la aplicación de estas medidas podían poner en peligro la viabilidad de las poblaciones de aves necrófagas diversas, varias oenegés como la FCQ, solicitaron la modificación de los reglamentos comunitarios. En 2005, el Gobierno de Aragón aprobó un decreto por el que se regulaba la autorización de instalación de comederos, que en la actualidad cuenta con 50 puntos en Aragón, en los que se aportan más de 1,5 millones de kilos de alimento. En 2011, se aprobó una normativa que permite el aporte de cadáveres enteros tanto en comederos como fuera de ellos vinculados a las explotaciones ganaderas. Según Gil, «los buitres necesitan a los ganaderos y los ganaderos necesitan a los buitres, ya que los cadáveres del ganado doméstico son su principal fuente de alimento y los buitres realizan desde hace cientos de años una labor de limpieza sanitaria de los animales muertos en el campo.
Fuente: http://www.diariodelaltoaragon.es/NoticiasDetalle.aspx?Id=1174215