Agricultores y cocineros trabajan juntos en el Sobrarbe para una alimentación ecológica y local.

En la comarca vecina del Sobrarbe, varios actores del territorio han decidido trabajar en colaboración para fomentar la agricultura y la alimentación ecológica y local. La Asociación El Licinar organizó el pasado domingo, en colaboración con la Comarca del Somontano, una visita a diversas iniciativas locales para dar a conocer experiencias concretas que favorecen un mundo rural vivo y sostenible como lo quieren promover los miembros de la Asociación El Licinar en el Somontano. El emprendimiento y el esfuerzo conjunto de varias personas originarias o no del Sobrarbe ha hecho posible, tras varios años de trabajo, la instalación de nuevos/as agricultores y la conversión a la agricultura ecológica de otros agricultores y ganaderos con tradición familiar. Los proyectos emprendedores fueron en parte respaldados por la Comarca del Sobrarbe, el Ayuntamiento de Aínsa y el INAEM gracias a la realización de un Taller de empleo de un año de duración y una inversión en materiales que permitieron el arranque de la producción. Cultivar hortalizas y frutales y cuidar vacas en ecológico no era el único propósito de estos emprendedores, sino que buscaban potenciar la riqueza del territorio local a través de la conservación de variedades y razas tradicionales por sus características organolépticas y su adaptación al suelo y al clima. Sara Nevado, titulada en ciencias ambientales por la Universidad de Zaragoza, decidió lanzarse en la producción de judías en el bello pueblo de Buerba en el Valle de Vïo donde cultiva actualmente nada menos que 7 variedades de judías tradicionales las cuales comercializa en el mercadillo de Aínsa los martes, en cestas de verduras gracias a su colaboración con otros 3 hortelanos ecológicos de la zona, y en restaurantes locales, en particular en el comedor escolar del CEIP “Asunción Pañart Montaner” deAínsa. En este colegio, 180 alumnos/as disfrutan cada día de menús preparados por el cocinero José Luis Cabrero y su equipo, con productos locales y/o ecológicos, una apuesta que planteó el cocinero hace cuatro años al equipo directivo y a las familias del colegio. El precio estable de los menús ha sido un elemento clave en la aceptación por parte de las madres y padres de cambiar los menús para productos ecológicos, con alguna reticencia a que los platos fueran exclusivamente vegetarianos, una confusión muy común entre la población. Si bien se sigue comiendo carne en este colegio, se intenta sensibilizar sobre los grandes aportes nutricionales que suponen las proteínas vegetales en la mezcla de legumbres y cereales propias de la dieta mediterránea. Pero la carne no ha desaparecido de los platos de los pequeños comensales sino que su calidad ha mejorado. Luis Lascorz, ganadero de Aínsa y presidente de la Asociación Aragonesa de la Raza Pirenaica, abastece el colegio en carne de vacuno. Él y su familia fueron los que impidieron la desaparición de la raza pirenaica cuyo número de vacas en 1967 se limitaba a 17 en el Pirineo aragonés, habiendo desaparecido por completo en el País Vasco y Cataluña. Actualmente, en Aragón y sobre todo en el Sobrarbe, la raza pirenaica se ha recuperado alcanzando 3.000 vacas de las 28.000 en toda España. Este ganadero, también miembro de la Red de hortelanos del Sobrarbe “Un paso atrás” que promueve la recuperación de variedades antiguas dentro de la Red de Semillas de Aragón, está apostando por la ganadería y la arboricultura ecológica dentro del programa Sobrarbe Emprende que apoya a estos emprendedores agroganaderos en la promoción de los productos, buscando brindarles también apoyo técnico. Resdescubrir los sabores, el equilibrio nutricional y sobre todo el consumo responsable de nuestros productos alimentarios redinamizando el territorio de manera sostenible, es el reto que están consiguiendo poco a poco estos actores locales que han ido a visitar los miembros de la Asociación El Licinar. Fuente: http://www.rondasomontano.com/revista/109392/