Castanesa, inversión pública y cambio climático
LA FCQ reflexiona sobre las pistas de esquí del valle de Castanesa
Una larga historia
Con la creación en 2002 de ARAMON S.A., participada a partes iguales por Gobierno de Aragón e Ibercaja, y la redacción ese mismo año del Plan Ribagorza Norte, comienza a andar el proyecto de la construcción de una nueva pista de esquí en el valle de Castanesa, próximo a la estación de Cerler, en la provincia de Huesca.
En 2005, ARAMON firma un convenio con el Ayuntamiento de Montanuy, municipio gobernado desde hace 37 años por el mismo partido político, con el objetivo de adquirir terrenos para el desarrollo urbanístico del municipio y cuyas plusvalías se destinarán a la financiación de la nueva estación de esquí. Son los años de la burbuja inmobiliaria en España, que acabó con su estallido en 2008.
El Ayuntamiento incluye los terrenos como Suelo Urbanizable Residencial-recalificación de 50 hectáreas- en el nuevo Plan General de Ordenación Urbano (PGOU) para la realización de 2545 viviendas. Castanesa Nieve, filial de ARAMON, ofrece a los vecinos 240.000€ por hectárea y compra terrenos a varias familias del municipio por valor de 20,5 millones de euros.
En 2006, se somete a exposición pública el PGOU y la Plataforma de Defensa de la Montañas (PDMA), que aglutina diversas entidades conservacionistas de Aragón, muchas de ellas de ámbito rural, realiza alegaciones. Sin embargo, el PGOU se aprueba en 2007 y es ratificado por el Gobierno de Aragón en 2008.
En 2009, la Asociación Naturaleza Rural-demonizada por varios sectores del Municipio de Montanuy y constituida por vecinos del territorio- con apoyo de la Plataforma de Defensa de la Montañas interpone un Recurso Contencioso Administrativo al PGOU de Montanuy, resuelto definitivamente en 2016 con la ratificación del Tribunal Supremo, que lo declara nulo por la falta de evaluación ambiental.
En 2008, ARAMON presentó la memoria ambiental del proyecto de ampliación de la estación de esquí de Cerler (Términos Municipales de Benasque, Montanuy, Castejón de Sos, Laspaúles y Bisaurrí), redactada por IDOM, Ingeniería y Consultoría, S.A. El proyecto de ampliación poseía un dominio esquiable de 3448 hectáreas, repartido en cinco sectores (Ardonés, Castanesa, Urmella, Isábena, y Aneto), de los que 158 ha. eran pistas balizadas (59 km esquiables). El coste ascendía a 389 millones de euros.
En 2010 y tras un proceso de exposición pública que sumó 521 alegaciones por particulares, asociaciones y entidades, se formula la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de la ampliación de la estación de esquí, en la que sólo es compatible el dominio Castanesa (1062 hectáreas en las que se realizarán: telecabina, caminos de accesos, aparcamientos y suministros de agua y luz, con una inversión prevista de 200 millones de euros).
La Declaración de Impacto Ambiental (DIA) fue alegada por la FCQ, considerando insuficientes los estudios nivológicos, geomorfológicos y faunísticos, así como incorrecta la valoración de impactos. Aun así, fue aprobada en 2010.
En 2012 se aprueba el dominio Castanesa integrante del Proyecto de Interés General de Aragón (PIGA) de “ampliación de la estación de esquí de Cerler” y se suspende el resto del ámbito del proyecto.
En 2019 se activan todas las alarmas de la Plataforma de Defensa de la Montañas (PDMA), con el anuncio de la presidenta de ARAMON y consejera de Economía, Industria y Empleo del Gobierno de Aragón del impulso a la ampliación de las pista de Cerler por Castanesa, teniendo en cuenta que la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) había sido dos veces prorrogada, en 2012 y en 2014 y caducaba en 2020, obligando su último plazo a iniciar los trabajos antes del 11-12-2020.
En septiembre de 2019, la Plataforma de Defensa de la Montañas (PDMA) comunica a los medios de comunicación y partidos políticos que configuran el actual Gobierno de Aragón (PSOE, PAR, PODEMOS y CHA), que ARAMON ha comenzado las obras de ampliación de las pistas de esquí, generándose cierta tensión entre los socios de Gobierno y preguntas parlamentarias en las Cortes de Aragón. En ellas, el presidente del Gobierno autonómico expone que “la actuación no se financiará con cargo a los presupuestos del Gobierno, sino que será ARAMON quien asumirá los costes, siendo su estado financiero impecable” (Fuente: Heraldo de Aragón, 21-9-2019).
El cambio climático se acelerado en los 10 últimos años, la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del dominio Castanesa se aprobó en 2010, ¿no sería aconsejable que el Gobierno la revisará?
Tras el relato cronológico del desarrollo del proyecto, desde la FCQ queremos realizar algunas reflexiones, en referencia a las diferentes informaciones y declaraciones que se han realizado a lo largo de estas semanas.
Algunos motivos por los que se argumenta su ampliación
Según la anterior presidenta de ARAMON, la ampliación de las pistas de esquí de Cerler permitiría competir con las estaciones catalanas. Parte de ellas fueron rescatadas por Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (Vall de Núria, La Molina, Espot, Port Ainé y Vallter 2000, la última ha sido Boí-Taüll hace un par de años) y acumulan pérdidas anuales millonarias (en 2016, 7,6 millones de euros y en 2017, 4,2 millones de euros). Con la ampliación se pretende, entre otras cuestiones, fomentar y desatascar la afluencia de esquiadores a Cerler, captando nuevos clientes, sobre todo catalanes, de las pistas rescatadas por Ferrocarriles de la Generalitat. ¿Podrán las pistas de esquí de Castanesa captar nuevos clientes catalanes?
Cambio climático
En Aragón, el turismo de nieve representa el 7% del PIB y el gasto generado por los esquiadores se acerca a los 170 millones de euros por temporada. Los efectos del calentamiento global son una evidencia, produciendo un aumento significativo de las temperaturas invernales en los Pirineos y una disminución de las precipitaciones en forma de nieve, que están afectando a la práctica del esquí y provocando retrasos en el inicio de la temporada, con importantes repercusiones económicas y de gasto energético asociado a la producción de innivación artificial. En un reciente informe del cambio climático en los Pirineos (OPCC-CTP 2018), se expone que en este escenario de incremento de +4Cº, tan solo el 7% de las pistas de esquí podrían operar en el Pirineo. El informe prevé que, de aquí a mediados de siglo, el Pirineo Central perderá el 50% de su nieve, en cotas de 1800 metros; mientras que por debajo será del 80%. Por ello, habría que evaluar con los datos más actuales posibles cualquier nueva inversión de ampliación de dominio esquiable reflejando los costes y beneficios, ante la adaptación a los nuevos escenarios climáticos. Una vez analizada esta cuestión, se debería plantear dónde invertir de manera prioritaria, con el fin de modernizar las pistas de esquí, ya que la nieve está considerada por el Gobierno de Aragón como un sector estratégico, y adaptarlas al nuevo escenario climático. ¿Se ha evaluado adecuadamente la viabilidad de las pistas de esquí de Castanesa ante el nuevo escenario climático?
ARAMON e Ibercaja
ARAMON, según la última auditoria de 2017 arroja una deuda a largo plazo de 44.089.117€ y a corto plazo de 5.468.715€ , con unos gastos financieros de 2.414.482€ y unas pérdidas de 3.076.139€ (ver: https://www.aramon.com/informacion-financiera-aramon.html). La sociedad ha contado con 11 ampliaciones de capital de 156 millones de euros. Por otro lado, Ibercaja ha pasado a ser un banco comercial y ha tenido que iniciar en consecuencia un proceso de desinversión, que le obliga a desprenderse de sus participaciones en entidades de colaboración público-privada, como por ejemplo ARAMON. ¿Quién pagara la inversión de las nuevas pistas de esquí de Castanesa?
Municipio de Montanuy
Si bien es verdad que el municipio de Montanuy ha ido perdiendo población en las últimas décadas -actualmente cuenta con 215 habitantes en 17 núcleos-, su Ayuntamiento posee uno de los presupuestos por habitante más alto del Pirineo aragonés (1.800.000€-2014- y en 1.290.000€-2019-, fuente: https://www.epdata.es/datos/presupuestos-ayuntamiento-cuentas-publicas-transparencia/59/montanuy/4685). Esto gracias en parte a ENDESA, que paga por BICE e IAE hasta 800.000€ anuales, gracias al embalse de Llauset, represado en 1983. A pesar de ello existe poco tejido social con iniciativa privada, debido entre otras cuestiones a la rápida transformación y decadencia que sufrió la economía tradicional basada en la agricultura y la ganadería, con la llegada a la Ribagorza de ENHER, que absorbió muchos trabajadores en el sector industrial (Pont de Suert). Esto debería hacer reflexionar sobre las futuras políticas públicas de inversión en el territorio y analizar otras inversiones ya realizadas, como la del proyecto piloto la Ribagorza Románica de desarrollo rural en las Comarcas Ribagorzanas de Aragón y Cataluña (25 millones de euros), conformada por 14 municipios, 10 en Huesca: Arén, Bonansa, Isábena, Laspaúles, Montanuy, Puente de Montañana, Sopeira, Torre la Ribera, Valle de Lierp y Veracruz (2008-2012). ¿Se analizado correctamente las causas del problema de despoblación del municipio, con el fin de establecer una correcta política de inversión pública en él territorio?
Otros modelos de desarrollo
Aunque cada comarca pirenaica posee sus propias realidades y problemas, existen comarcas donde no hay pistas de esquí, como es el caso del Sobrarbe, donde la iniciativa privada de la mano del apoyo público, ha puesto en marcha proyectos sostenibles, como el centro de BTT “Zona Zero”, surgido en el territorio con poca inversión pública (100.000 euros en 5 años), que aprovecha los recursos integrados en el medio natural (los senderos), crea puestos de trabajo, desestacionaliza el turismo (unas 50.000 pernoctaciones anuales) y crea riqueza en los habitantes de la zona (unos 5 millones de euros año). Es un buen ejemplo de que con imaginación se pueden poner en marcha proyectos sostenibles desde el punto de vista socioeconómico y ambiental. ¿Por qué no se proponen otros modelos de desarrollo para el municipio de Montanuy?
Esta semana han concluido las movilizaciones mundiales por el clima, por las que se han manifestado miles de personas, solicitando un cambio radical de orientación en las políticas llevadas hasta la fecha. El proyecto de Castanesa es uno de los ejemplos aragoneses por los que no se tiene interiorizado el problema del cambio climático y de no querer reorientar las políticas hacia otros modelos más sostenibles. Por ello desde la FCQ pedimos que se reflexione sobre este y otros asuntos, para realizar cambios valientes en la políticas económicas, sociales y ambientales, ante la mayor amenaza a la que se enfrenta la humanidad.