La FCQ y la cadena de supermercados LUPA impulsan el consumo de lechazos ‘Pro-Biodiversidad’.
El proyecto respalda a ganaderos de ovino en extensivo por sus prácticas tradicionales y respetuosas con el medio ambiente.
La cadena de distribución LUPA ha firmado un acuerdo bajo el patrocinio de la FCQ, con un grupo de ganaderos de los Picos de Europa, lo que permitirá etiquetar los corderos lechales con la marca de garantía ambiental ‘Pro-Biodiversidad’, la cual está regulada por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
La iniciativa supone un apoyo al ganadero de ovino que maneja su rebaño en extensivo y en zonas de montaña, respetando los ciclos naturales de sus animales y favoreciendo, con todo ello, el mantenimiento de los ecosistemas y la biodiversidad de su entorno.
Gracias al acuerdo, los lechazos ‘Pro-Biodiversidad’, un producto sostenible y de gran calidad, serán comercializados en un circuito corto y sin intermediarios, lo que supone beneficios medioambientales y sociales, ya que proporciona a los productores un precio justo y concertado previamente, ayuda a fijar población rural y permite que los corderos lleguen al comprador en el momento óptimo para su consumo.
La campaña 2020 de distribución de lechazos ‘Pro-Biodiversidad’ en los supermercados LUPA comenzará a finales de enero y se extenderá aproximadamente hasta mayo, cuando termine la temporada. En total se pondrán a la venta unos 2.500 kilos de cordero.
La marca de garantía ambiental ‘Pro-Biodiversidad’ respalda la producción de carnes de ovino en rebaños manejados de manera tradicional dentro de espacios de la Red Natura 2000. Fue creada en 2011 por la FCQ para mejorar la rentabilidad de los rebaños de montaña y demostrar la vinculación que existe entre la conservación de la naturaleza y el desarrollo rural. Los pastores amparados por la marca se comprometen a seguir un código de conducta enfocado a la protección de la biodiversidad: manejar sus rebaños siguiendo su ciclo natural, alimentarlos solo con pastos de montaña y respetar la convivencia con la fauna silvestre.
La Cordillera Cantábrica sufre el despoblamiento y el envejecimiento de sus núcleos rurales, por ello el modelo ‘Pro-Biodiversidad’ trata de fortalecer la actividad ganadera sostenible y favorecer la conservación de los pastizales. Además, protege los ecosistemas de montaña no solo por la presencia en ellos de los rebaños en extensivo sino también porque los subproductos ganaderos que se generan tras el sacrificio de los corderos (restos óseos y vísceras no comerciales) son aprovechados como alimento suplementario para las especies necrófagas como el quebrantahuesos, en lugar de ser desechados.
La marca ‘Pro-Biodiversidad’ asegura el origen y la calidad de sus productos y la distribución en circuitos cortos. El proceso de producción, sacrificio y venta es auditado por una empresa especializada en certificaciones agroalimentarias.