Quebrantahuesos en Teruel

El quebrantahuesos en las sierras de Aralar (Navarra-Gipuzcoa).

Este año 2019 se produjo la primera reproducción conocida del quebrantahuesos en el macizo de Aralar (Navarra-Gipuzcoa). Fue por el trío formado por “Kiriku” (macho marcado en 2006 por la FCQ), “Muel” (hembra marcada en 2016) y un macho no marcado. Este trío ha incubado, al fin, una puesta, que aun sin ser exitosa, impregna de esperanza el presente y el futuro inmediato en cuanto a la consolidación de la especie en estos terrenos tan occidentales.

A caballo entre Guipuzcoa y Navarra, la sierra de Aralar es una montaña situada en la cadena de los Montes Vascos, orográficamente una sucesión de sierras sin pausa, que tienden un puente entre los Pirineos y la Cordillera Cantábrica, con unas alturas de menor entidad que éstas. La distribución del quebrantahuesos alcanza en esta zona su límite más occidental, con la presencia habitual y/o esporádica de unos escasos ejemplares que osan surcar y explorar estas montañas ya algo alejadas de sus reductos tradicionales.

A falta de citas históricas y antiguas, la presencia del quebrantahuesos en la sierra de Aralar ha sido documentada desde la década de los 60 del siglo pasado XX (los hermanos Ramón y Jesús Elosegui), pero es a partir de finales de los 70 y comienzos de los años 80 cuando algunos observadores de aves (M.A. López de Armentia, J. y Vazquez) lo citan con relativa frecuencia en la sierra de Aralar. Más tarde, definitivamente a partir del año 1990 la Administración Guipuzcoana, conjuntamente con el Gobierno de Navarra, establecen un Plan de seguimiento de la especie en la sierra, que confirmará la presencia habitual y el trasiego regular de aves en diferentes momentos del año, aunque siempre de manera aislada y de individuos divagantes y de paso que, en muchos casos, no se volvían a ver.

Paralelamente, en el año 1997, tras ser contactados técnicos del Ministerio de Medio Ambiente (L.M. González y R. Heredia) y tras una visita de campo en la zona con éstos, se oficializa un Punto de Alimentación Suplementaria (PAS) específico para el quebrantahuesos, con el objetivo de dotar de comida limpia a los individuos que pudieran moverse en esta montaña. Este PAS está gestionado y abastecido (desde entonces y hasta la actualidad) por el Guarderío de Fauna Silvestre de la Diputación Foral de Guipuzcoa, estando activado en los meses invernales y comienzo de la primavera.

En el verano del 2012, apareció un quebrantahuesos bien individualizado marcado con bandas alares “Kiriku”. Este ejemplar había sido ya un visitante de paso cuando fue subadulto y conocía ya la sierra. Esta vez vino para quedarse y se territorializó en Aralar. Los años posteriores “Kiriku” regentó el territorio sólo, aunque a veces se le vio acompañando a alguno de los escasos individuos que visitaban estos enclaves.

En abril del 2016, un ejemplar adulto sin marcas que no se había detectado hasta ese momento, decidió quedarse con “Kiriku”. Ambos iniciaron una convivencia que al comienzo del año 2017 culminó con la construcción de un nido, la defensa del sitio ante los buitres u otras aves que osaran pasar cerca de éste y con algunas pocas cópulas. Aunque después no hubo una puesta. Poco más tarde en abril (2017) se observó la presencia y el trasiego de al menos 3 ejemplares diferentes (casi todos subadultos) en la zona. Uno de ellos continuó viéndose las semanas siguientes y acabó por quedarse en Aralar. Este ejemplar también marcado con bandas alares era “Muel”. Este ejemplar pasó a formar parte de la unidad territorial, completando un trío que continúa unido actualmente. Al invierno siguiente y con el celo vigente, este trío acometió el trabajo de recarga y preparación del nido existente, realizaron cópulas entre ellos y defendieron el territorio, pero no llegaron a consumar una puesta.