Un plan para salvar a todas las especies de buitres.

Expertos en la conservación de las aves de todo el mundo han analizado en Toledo la situación de conservación de las diferentes especies de buitres y han diseñado un plan a doce años para garantizar su conservación, según ha informado hoy la organización SEO/BirdLife. Los 43 expertos de 22 países reunidos el fin de semana en Toledo, en un encuentro preparatorio de la próxima cumbre de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres -que será en octubre en Filipinas- han perfilado un plan de acción de doce años de duración que busca preservar todas las especies de buitres. Los participantes han acordado proponer la inclusión de diez especies de buitres africanos y asiáticos en el apéndice 1 de la Convención de Bonn (CMS) para evidenciar el grado de amenaza de estas aves y sus necesidades de conservación. Se trata del buitre cabecirrojo, el dorsiblanco bengalí, el indio y el picofino, todos ellos propios de Asia; y el de Ruppell, cabeciblanco, dorsiblanco africano y el alimoche sombrío de África. El plan de acción propuesto incluye más de cien acciones para hacer frente a las principales amenazas que sufren las poblaciones de buitre, entre ellas prohibir el uso de productos tóxicos que afectan a los buitres -incluyendo cebos envenenados- y sustituir la munición de plomo. El documento plasma acabar con el comercio de partes de buitres utilizados en hechicería, especialmente en África y Asia; minimizar la mortalidad por electrocución y colisión en tendidos y aerogeneradores, y garantizar que las aves dispongan de suficiente alimento libre de sustancias tóxicas. El director de conservación de BirdLife en Europa y Asia Central, Iván Ramírez, ha señalado en un comunicado que la “situación de emergencia” en la que se encuentra la mayoría de los buitres de Asia y Europa exige “un plan de choque inmediato”. “No solo son especies maravillosas que debemos conservar, sino también proveedores de servicios ecosistémicos clave gracias a su posición en la cúspide de la pirámide trófica”, ha advertido, al tiempo que ha insistido en que “se está exterminando” a “verdaderos aliados” ya que “sin ellos, el coste de eliminar los cadáveres de los campos sería enorme”. En la reunión, también se ha hecho hincapié en “la insensatez” de gobiernos como el de España o Italia al autorizar el uso veterinario del diclofenaco, “un fármaco antiinflamatorio inocuo para el ser humano pero mortal para los buitres”, ha precisado el director de conservación de SEO/BirdLife, Juan Carlos Atienza. Atienza ha instado al Gobierno español a prohibir “cuanto antes el uso veterinario de este medicamento, más aún cuando hay otros productos alternativos seguros para las aves”. En este sentido, BirdLife Europa valora con preocupación que Portugal esté valorando autorizar el uso veterinario del diclofenaco, que podría ir en contra de la resolución aprobada por la Conferencia de Partes de la CMS en Quito de 2011 y que contó con el voto favorable del Gobierno portugués. La organización ha subrayado que en el subcontinente indio, que era la región que contaba con mayores densidades de buitres del planeta, el uso veterinario del diclofenaco provocó la desaparición del 99 por ciento de los mismos en menos de diez años, por lo que “desde 2006 está prohibido en todos los países de la región”. El Gobierno de Castilla-La Mancha y SEO/BirdLife han sido las entidades anfitrionas del encuentro celebrado en Toledo. Efeverde