
Sí pero no así, Aragón por la racionalidad energética.
La plataforma 13 de marzo conmemora su cuarto aniversario con un ciclo de tres mesas redondas, en colaboración con Ecologistas en Acción, para analizar la expansión de las energías renovables
Bajo el lema Renovables sí, pero no así, la Plataforma 13 de marzo reclama una transición energética basada en la racionalidad y el ordenamiento territorial, principios ausentes en la implantación descontrolada de energías renovables, que amenaza con convertir Aragón en un territorio de sacrificio.
Con una producción eléctrica que duplica el consumo de la Comunidad Autónoma y un 90% de origen renovable, es momento de reflexionar sobre el modelo que se está promoviendo.
La exportación masiva de electricidad a autonomías vecinas y a Francia convierte a Aragón en proveedor de un desarrollo industrial ajeno. La construcción de una red de autopistas eléctricas (400Kv) para el transporte a largas distancias profundizaría aún más el oligopolio energético y la generación centralizada, alejándose del objetivo de una transición energética basada en el servicio público, el autoconsumo y la generación distribuida.
Aunque este modelo parece haberse matizado por razones administrativas, técnicas y políticas, en lugar de reorientar la producción para ajustarla al consumo, se está destinando el exceso de energía a nuevas industrias como el hidrógeno o los centros de datos. Sin embargo, lejos de impulsar el desarrollo endógeno, estas iniciativas solo favorecerán el crecimiento de otras regiones europeas. Así, si en el siglo XX Aragón sufrió el trasvase de agua, ahora enfrenta el de la energía.
Una transición energética eficaz requiere planificación y mesura, pero la prisa por el negocio a corto plazo y la captación de fondos públicos impiden abordar el reto ecológico en su totalidad. El cambio climático es solo uno de los nueve límites planetarios que definen la estabilidad del planeta, y la descarbonización no puede limitarse a reducir emisiones de GEI en la producción eléctrica; es necesario un enfoque más amplio.
Las cifras impuestas por las grandes empresas, que ven en la crisis climática una oportunidad de negocio, deberían ajustarse a las necesidades reales del sistema natural y social. Desde el Informe del Club de Roma en 1972, se ha advertido sobre los límites del crecimiento. La humanidad deberá replantear su modelo de desarrollo, la cuestión es si lo hará desde la racionalidad o desde el autoritarismo.
Fuente:
https://www.elperiodicodearagon.com/integracion/2025/03/20/aragon-racionalidad-energetica-115475241.html