Liberados dos quebrantahuesos en Siles dentro del programa de reintroducción de la especie JUNTA DE ANDALUCÍA Con estos dos ejemplares, ya se han producido siete liberaciones en lo que va de año. Todavía quedan dos más, que están previstas para el final de este mismo mes. Previamente a la suelta, se ha llevado a cabo en Siles (Jaén) la presentación de los dos ejemplares en un acto protagonizado por alrededor de un centenar de escolares, que han sido los encargados de ponerle nombre a los dos quebrantahuesos. Lo han hecho por un sistema de votación, que determinó que se llamarán ‘Siles’ y ‘Huesitos’. Han sido los técnicos de la Fundación Gypaetus los encargados de realizar la liberación. Al igual que ocurrió con ‘Kika’, la quebrantahuesos liberada el 8 de mayo y que fue presentada a escolares de Villacarrillo), el método de suelta se ha llevado a cabo en una cueva. Es en esta cueva donde se les alimenta sin que noten la presencia humana mientras que continúa su desarrollo. En este tiempo, hasta que aprenda a volar, estas aves afianzan y memorizan el entorno para asimilarlo como su hogar, algo que será determinante durante el periodo de adulto. En la actualidad, se tiene la certeza de la existencia en Andalucía de unos 36 quebrantahuesos gracias a las observaciones e identificaciones individualizas realizadas recientemente por los técnicos del proyecto de reintroducción o a los emisores satelitales que portan. Los quebrantahuesos liberados se caracterizan por recorrer grandes distancias y parecen seleccionar de forma activa las cadenas montañosas más cercanas a los puntos de liberación. Otros muestran movimientos dispersivos por las grandes montañas de la Península Ibérica llegando incluso a los Pirineos y Picos de Europa. En los últimos años, con un mayor número de aves liberadas también pasan parte de su tiempo en la Serranía de Gredos. En cualquier caso, las aves presentan un comportamiento muy recurrente de volver a la serranía de Cazorla. Desde 2006 hasta ahora, se han liberado 60 quebrantahuesos, a los que hay que sumar cinco nacidos en libertad de las dos parejas territoriales que se han consolidado hasta la fecha y posiblemente los dos de esta temporada ce cría de las tres parejas que iniciaron la reproducción y de la que nacieron tres pollos. De los 58 quebrantahuesos que han volado -los de este año aún no lo han hecho- se tiene certeza que al menos 17 han muerto porque se ha hallado el cadáver, otros cinco hace mucho tiempo que no se tienen noticias de ellos por lo que el número máximo de supervivientes alcanzaría los 36 individuos. De estos, 18 portan un emisor activo que describe sus movimientos diarios, 14 de ellos no emiten porque se les ha desprendido el emisor, ha dejado de funcionar al alcanzar el fin del periodo de vida útil o por avería del mismo. Respecto a la mortalidad registrada, tras las necropsias y los análisis realizados en el Centro de Análisis y Diagnóstico de Andalucía (CAD) dependiente de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio puede afirmarse que siete murieron por ingestión de cebos envenenados, dos murieron por intoxicación por plomo, uno por enfermedad (infección fúngica), uno abatido por disparo y seis por causas desconocidas. De los seis ejemplares con causa de muerte como desconocida, aunque la analítica ha descartado el envenenamiento, es probable que dadas las fechas de localización de los cadáveres, el lugar donde se encontraban y las características que le rodeaban, al menos cuatro de ellos fueran también envenenados y que el elevado grado de autolisis de los cadáveres en el momento de su localización y recogida no hiciera posible la detección de los tóxicos empleados. La mortalidad total del proyecto es del 27,58 por ciento, de ella la provocada por el veneno oscila entre el 12,06 por ciento y el 17,24 por ciento dependiendo de los que han dado positivo o los que pueden suponerse. A pesar de todos los problemas descritos derivados de la tasa de mortalidad no natural a la que se enfrenta, la población aunque de forma incipiente se va asentando como reproductora en la región. En el año 2015 la primera pareja reproductora formada por ejemplares liberados consiguieron criar un pollo. En 2017 de nuevo en el territorio de cría de la misma pareja voló otro joven del año al que se sumó otro más procedente de una segunda pareja reproductora formada también por aves liberadas en el proyecto de reintroducción al igual que en el año 2018. El centro de cría Guadalentín, en Cazorla, alberga en la actualidad 23 ejemplares de quebrantahuesos, con seis parejas reproductoras y dos en formación. La producción de pollos ha aumentado desde la inauguración, y junto a la tasa de supervivencia se ha convertido en uno de los centros más importantes del programa europeo al producir casi el 30 por ciento de los pollos nacidos en cautividad.

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