Un trabajo publicado en la revista Biological Conservation  revisa el estado de conservación de todas las especies de aves rapaces y destaca, que de las 557 especies, el 18%  está en peligro de extinción y en el 52% de las especies sus poblaciones están en declive.

Un equipo de investigadores de distintas universidades e instituciones dedicadas a la conservación de las rapaces liderados por Christopher J.W. de la The Peregrine Found, han realizado una ambiciosa investigación con la que se pretende revisar el estado de conservación, la distribución y las amenazas de las 557 especies de aves de presa, para ello han revisado sus evaluaciones que  BirdLife Internacional realizo para la Lista Roja de la UICN.  Dividieron las especies  en cinco grupos, en el primero  los Búhos (236 sp.) representando un  42,36% sobre el total, seguidas por el grupo de los Hawks y águilas (234 sp.) con el 42,01% de las especies, los  halcones (64 sp) con el 11,49%, los Buitres del viejo mundo (16 sp.) con el 2,87% y finalmente los Buitres del nuevo mundo (7 sp.) con el 1,25% del total de las especies. En este trabajo se revisaron las distribuciones espaciales para determinar cuáles son los países y las ecorregiones donde tienen una mayor riqueza de especies y en cuales se encuentran las poblaciones más amenazadas o en declive, también las recomendaciones de acciones de conservación en investigaciones prioritarias y también analizan la eficacia de las IBAs en su conservación.

Entre los resultados del trabajo destaca que el 18,49% de las especies examinadas se consideran amenazadas (Vulnerables, amenazadas o en Peligro de extinción) y  el 12,55% como casi amenazadas.  En cuanto a sus tendencias poblacionales, el 52,42% de las especies tuvieron tendencias decrecientes, solo el 8,79% tuvieron tendencias crecientes y el 2,69% de las especies  tuvieron tendencias poblacionales desconocidas, y por lo tanto el 36,10 mantienen tendencias estables. La causa más común para clasificar una especie como amenazada o casi amenazada fue  por tener una “población pequeña y en declive”. También destacan que de las 142 especies catalogadas como de preocupación menor el 38,00% tienen tendencias decreciente.  De los 5 grupos de rapaces, el que tiene un mayor número de especies amenazadas fue el de los buitres del viejo mundo, el 50,00% de sus especies están catalogadas como en estado crítico, el 18,75% como en peligro, el 18,75% como casi amenazadas y el 12,50% como especies de preocupación menor.

El país con mayor número de especies fue Indonesia, allí están el 21,36% de las especies, pero el 52,94% (n=119) están en declive.  Los países o regiones  con mayor número de especies amenazadas o en declive están en el sudeste y sur de Asia, seguida por el África subsahariana  y Sudamerica. En el continente Africano, donde se concentran un mayor número de especies amenazadas es en Kenia y Sudan, con 14 especies, además Sudan es el estado donde hay más especies migradoras amenazadas, 11 especies el 7,63% de las especies migradoras.   Entre  1988 y 2016, en el 4,66% (N=557)  de las especies se elevó su grado de amenazas, mientras que solo al 0,89% (N=557) se bajó su grado de amenaza, una de ellas al Águila imperial ibérica (Aquila Adalberti) que en la década de los 80 del siglo pasado se encontraba entre las 7 especies más amenazadas del planeta y su población se ha incrementado significativamente gracias a las acciones implementadas en España para recuperar sus poblaciones desde finales de los 80.  De las 865 ecorregiones estudiadas, la sabana del este de Sudán es donde mayor número de especies se concentran, el 17,59% (N=557) pero allí el  14,28% (n=98) están amenazadas, el páramo Andino (norte de Ecuador y Colombia tiene 47 especies en declive, el número más elevado de esta categoría.

Para el 61,22% (N=557) de las especies el hábitat es importante para su conservación, bien porque un hábitat especifico es importante para algún momento de su ciclo de vida o bien porque la mayoría de la población se encuentra en un mismo hábitat.  El tipo de hábitat más utilizado  fue el “Bosque” es usado de forma regular o frecuentemente por el 84,91% (N=557) de las especies, seguido del “Artificial-Terrestre” que lo usaron el 51,34% (N=557) y el “Pastizal” con el 5,74% de las especies.  En las especies forestales, el 55,81% (n=473) están en declive, aunque proporcionalmente no hay diferencias entre las especies forestales y no forestales,  aunque  las especies forestales tienen un mayor riesgo de amenaza que las no forestales.  Entre  las especies forestales el 89,49% (n=473) están en bosque tropicales y el 10,57% (n=473)  en bosque no tropicales, en los bosque tropicales el 20,57% (n=423) se encuentran amenazadas y en el 58,87% (n=423) su tendencia es decreciente, mientras que en los no tropicales el 8,00% (n=50) están amenazadas y en el 30,00% (n=50) su tendencia es decreciente, la proporción de especies amenazadas que requieren de bosque tropicales, frente a las que requieren bosques no tropicales no fue significativamente diferente.

El 25,85% de las especies de rapaces son migratorias,  el 7,63% fueron clasificadas como amenazadas mientras que de las no migratorias, el 21,79% fueron clasificadas como amenazadas, por lo tanto, una especie sedentaria tiene un mayor riesgo de estar amenazada que una migratoria. En las especies forestales el porcentaje de migratorias es menor que las que ocupan otros tipos de hábitats y entre las especies forestales las menos  migratorias son las que habitan en   bosque tropicales, por lo que las especies que ocupan bosques trópicales tienen un mayor riesgo de estar amenazadas.

Entre las principales amenazas que se describen en este trabajo se encuentran, la alteración o destrucción del hábitat, la matanza intencionada, el envenenamiento intencional o accidental, la electrocución y el cambio climático.  La amenaza más común identificada para el conjunto de especies fue la Agricultura y Acuicultura, al único grupo de rapaces al que no afecto fue a los Buitres del viejo mundo, para ellos la amenaza más relevante fue la “Caza y captura”.  La Agricultura y Acuicultura, también fue la amenaza más importante en todas las regiones excepto en Europa y Oceanía.  La tala y extracción de madera fue la segunda causa que a más especies afecto, seguida de la Caza y Captura, que incluye la caza para comida, la deportiva, para rituales o creencias, la cetrería y el envenenamiento intencionado o accidental. También se incluyen otras causas indirectas, como el envenenamiento por ingestión de plomo. La mortalidad por contaminación incluye la intoxicación con pesticidas o por ingestión de cadáveres tratados con diclofenaco, esto último esta afectando gravemente a las poblaciones de carroñeras. Entre las causa de mortalidad provocadas por accidentes en infraestructuras, se incluyen la electrocución y colisión en lineas de distribución eléctrica, las muertes por atropellos, la colisión con aerogeneradores de producción eólica. La destrucción del hábitat, el cambio de usos del hábitat y la mortalidad tienen un impacto medio alto para 73 (13,10%), 58  (10,41%) y 28 (5,02) especies respectivamente.

Entre las acciones, las que más se recomiendan son, la protección de tierras en el 23,51%  (N=557) de las especies, la educación y concienciación en el 14,00% (N=557) de las especies y la gestión de tierras en el 12,74%  (N=557) de las especies.  Sobre las prioridades de investigación la necesidad de conocer el tamaño de la población y las tendencias, para el 58,70% de especies se desconoce su tamaño de población y su tendencia a Niven mundial.

Los resultados de esta investigación indican que las aves de presa están más en peligro que las aves en general y que la perdida de especies puede provocar importantes  alteraciones en el ecosistema, la extinción de estas especies pueden afectar al bienestar humano, por el incremento de enfermedades como la rabia.  Respecto al sur de Asía y el África Subsahariana son regiones prioritarias y por lo tanto son regiones prioritarias para realizar actuaciones de conservación.  Si bien es importante la identificación y la designación de áreas protegidas, si no van acompañadas de medidas apropiadas de monitoreo, gestión y cumplimiento, esta medida no sirve de nada, de hecho las poblaciones de rapaces están disminuyendo o aumentando más lentamente en en muchas de las áreas protegidas, este último aspecto se comprobó con el Águila imperial ibérica, en un trabajo sobre su estatus y el cambio de hábitat en la población reproductora (González, et al. 2008), se comprobó que el ubicarse o no Espacios protegidos o en terreno público no aumento, perece no afectar a los parámetros reproductivos y destacó que la población de Águilas imperiales creció más fuera de los espacios protegidos a pesar de haber hábitat potencial dentro de ellos.

Referencias bibliográficas.

McClure, C. J., Westrip, J. R., Johnson, J. A., Schulwitz, S. E., Virani, M. Z., Davies, R., & Buij, R. (2018). State of the world’s raptors: Distributions, threats, and conservation recommendations. Biological Conservation.

Fuente:

https://rsanchezmateos.wordpress.com/2018/10/18/la-conservacion-global-de-las-aves-rapaces-un-reto-para-el-futuro/