Desde hace meses venimos escuchando declaraciones y propuestas diversas desde diferentes ámbitos (políticos, sindicales, locales), sobre cual debe ser el futuro de la la conservación de los osos en Aragón, cuya situación crítica tras décadas de persecución es de un oso con presencia esporádica en los valles occidentales y una osa instalada en la Ribagorza (procedente del proyecto de reintroducción en Francia). La última y más sonora ha sido la Proposición No de Ley (PNL) aprobada en las Cortes de Aragón en la que rechazan  la reintroducción del oso realizada por Francia (presentada por el PAR y que contó con las abstenciones de Podemos, Ciudadanos y Grupo Mixto). Reintroducción negociada durante años en el vecino y soberano estado francés, con  un plan de acción del oso pardo (2018-2028), que contempla importantes acciones de ayuda al pastoralismo. El programa de reintroducción del oso se puso en funcionamiento en 1996 y sin este programa la especie ya se hubiera extinguido de los Pirineos. Francia está haciendo sus deberes en relación a las exigencias legales comunitarias y nacionales de preservación del oso, a diferencia de los diferentes Gobiernos regionales aragoneses, que desde hace 13 años tienen el mandato legal de aprobar un plan de recuperación del oso al ser una especie catalogada en peligro de extinción. No es admisible que desde la tribuna donde se legisla, se predique el incumplimiento a otro estado de sus obligaciones legales y menos cuando no podemos dar ejemplo. Dichas exigencias legales en materia de conservación de la biodiversidad (Directivas de conservación) obligan a los estados miembros de la UE a cumplir medidas de condicionalidad, debido a los fondos que reparten entre su perceptores. Cuando hablamos de conservación de la biodiversidad estamos hablando de todas y cada una de las especies que la componen, no solo una parte. El progresivo y acelerado retroceso de la biodiversidad en Europa obligó a la UE adoptar en 2011 una nueva estrategia para detener la pérdida de biodiversidad y mejorar la situación de las especies, los hábitats, los ecosistemas y los servicios que estos prestan, centrada en seis grandes objetivos para abordar las principales presiones a que están sometidos la naturaleza.

Ver: http://ec.europa.eu/environment/nature/info/pubs/docs/brochures/2020%20Biod%20brochure_es.pdf