Ecologistas franceses reclaman a Macron la suelta de dos osas.
Los partidarios del oso en el Pirineo francés no están dispuestos a que la recuperación de la especie se frustre, pese a las dificultades que los plantígrados están encontrando para adaptarse a su nuevo medio. Por eso, tres asociaciones ecologistas del vecino país, Pays de l’ours-Adet, Fiep y Ferus, han emitido un comunicado dirigido al presidente de Francia, Emmanuel Macron, en el que le recuerdan sus promesas de apoyar la reintroducción del oso en el Pirineo, según informó ayer La République des Pyréneés. Las entidades consideran que en el 2018 el mandatario debe autorizar la suelta de dos osas en la parte occidental de la cadena montañosa, precisamente en la frontera con Aragón y Navarra, donde solo viven en la actualidad dos machos, Néré y Cannellito. PUBLICIDAD inRead invented by Teads De hecho, los movimientos ecologistas han comprobado que estos dos ejemplares suelen cambiar mucho de ubicación, en su opinión en busca de hembras, lo que les lleva a desplazarse a zonas más al este del Pirineo. DECLARACIONES Los ecologistas galos basan su petición en las declaraciones realizadas por Macron en el curso de la campaña de las elecciones presidenciales, en las que se mostró partidario de la reintroducción, tanto del oso, como del lince y el lobo, en beneficio de la «biodiversidad». En el comunicado hecho público por los conservacionistas, estos exhortan al presidente de la República a dar muestras de su política en lo que respecta a la naturaleza. Mantienen que, 10 años después de las primeras acciones para la reintroducción del oso en el Pirineo, este se encuentra en peligro de desaparición «si no se restaura una población viable», es decir, con un número suficiente de individuos. De hecho, esta escasez de ejemplares en el lado francés de la cordillera ha tenido su inmediata traducción en Aragón, donde los avistamientos de osos se han reducido de manera notable. Cuando los osos aparecen en los radares de la Diputación General de Aragón se trata, en todos los casos, de individuos venidos de Francia, a menudo pasando antes por Navarra o el valle de Arán. La especie se ha enfrentado a muchos peligros. En el 2004, un cazador del pueblo de Urdos, en el valle de Aspe, abatió a tiros a Cannelle, madre de Cannellito, al sentirse amenazado por la osa cuando participaba en una batida de caza en la montaña, cerca de la localidad pirenaica. El cazador fue condenado casi 10 años más tarde por la Justicia francesa, pero el mal ya estaba hecho. Además, otro ejemplar, Balou, fue hallado muerto, posiblemente de hambre, lejos del Pirineo, en el 2014. 30 EJEMPLARES En la actualidad, viven en la cordillera en torno a 30 osos, entre machos y hembras, un número que los ecologistas consideran insuficiente para la preservación de la especie, sobre todo si se tiene en cuenta que solo en el parque natural de Somiedo, en Asturias, se han contabilizado 150 individuos. En su mayoría, los osos pirenaicos se mueven entre Francia y Cataluña, es decir, al este de la cadena montañosa, con ocasionales entradas en Andorra y también en el valle de Benasque, donde más de un excursionista se ha topado con ellos. Fuente: El Periódico de Aragón (27-10-2017).