De los diez huevos recuperados a principios de año en el Pirineo, uno ya vuela libre y los otros siguen en la zona de cría campestre.
Tras su incubación y posterior eclosión en el Centro de recuperación y cría de La Alfranca, los diez huevos de quebrantahuesos recogidos a principios de este año en el Pirineo aragonés, se hacen mayores y aprenden “modales” en la zona de cría campestre del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, donde permanecen hasta cumplir los 90 días aproximadamente, experimentando su primera adaptación a la vida en libertad.
A la plataforma de cría de Ordesa llegaron con unos 40 días, de forma escalonada, y desde esta semana, el primero de los diez pollos ya vuela en libertad, en su caso, por los cielos de Picos de Europa.
Este domingo se le hizo el “chequeo veterinario” y se marcó para su posterior traslado al Parque Nacional, explica Juan Antonio Gil, de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ).
Tras la marcha de este ejemplar, en la zona de cría campestre de Ordesa quedan nueve pollos, de distintas edades. Allí permanecerán para una primera adaptación a la vida en libertad hasta que cumplan los 90 días aproximadamente, momento en el que serán llevados a la zona de Sierra de Gredos (4) y los cinco restantes a Picos de Europa, detalla Gil.
Los primeros polluelos se llevaron a principios de abril a la plataforma de cría silvestre y eran cuatro. Delante de la infraestructura tienen un comedero de quebrantahuesos, que gestiona el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, desde donde “ven la evolución de los ejemplares que están fuera, en libertad, para que puedan ir adquiriendo los mismos comportamientos sociales”, explica el técnico de la FCQ.
“Este periodo de adaptación en la plataforma de cría se hace en condiciones de aislamiento humano”, advierte, y apunta que las crías “nunca ven a personas ni las oyen”. Son alimentadas con una marioneta que simula la figura del quebrantahuesos.
Los diez huevos fueron recogidos entre enero y febrero de 2024, en el Pirineo aragonés, para su posterior incubación en el centro de Zaragoza porque procedían de “parejas con altas posibilidades de pérdida”, señala Gil.
El proyecto Life Corredores Ibéricos por el Quebrantahuesos está financiado por el instrumento financiero Life de la Unión Europea y se desarrolla en espacios de la red Natura 2000, con el objetivo de garantizar la conservación a largo plazo del quebrantahuesos en Europa.
En la actualidad, en Aragón viven noventa parejas de quebrantahuesos, mientras que entre Francia y España el censo asciende a casi 200 parejas
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