5 de junio, Día mundial del Medio Ambiente

Así es la masacre de las renovables: los aerogeneradores matan a medio centenar de aves y mamíferos cada semana en Aragón.

La memoria del Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de La Alfranca constata el desmesurado y creciente impacto que está teniendo en la biodiversidad el intenso despliegue de parques de energía eólica por todo el país, que el año pasado causó la muerte o heridas graves a ejemplares de 98 especies.

Los impactos con los aerogeneradores se destacan como primera causa de mortandad de aves silvestres, especialmente para necrófagas y rapaces aunque también para grullas y cigüeñas, en Aragón | PxHere (CCO)

Resulta muy significativo señalar que más del 72% de los ingresos por colisión de este año han sido a consecuencia de los choques de aves y murciélagos contra las aspas de aerogeneradores”, recoge la memoria de actividades del Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de La Alfranca (Zaragoza), un organismo dependiente de la Consejería de Agricultura del Gobierno de Aragón cuyo último informe anual levanta acta del desmesurado y creciente impacto negativo que está teniendo en la biodiversidad el intenso despliegue de parques de energía eólica por todo el país.

“Las colisiones contra las aspas de los aerogeneradores, que han supuesto el 42% de los ingresos totales del año 2021, afectan a un elevadísimo número de especies de aves y mamíferos voladores”, recoge el documento, que indica que “en total han ingresado por esta causa [ejemplares de] 98 especies diferentes”.

El número de animales ingresados en el centro, heridos o muertos, a lo largo de 2021 ascendió a 6.129, mientras que el de ejemplares fallecidos tras impactar con los brazos de los molinos se elevó a 2.560.

Eso, sin incluir a los que resultaron lesionados pero no llegaron a fallecer, arroja una media de casi medio centenar (49,2) de bajas por semana que resulta insostenible tanto desde el punto de vista cuantitativo como desde el cualitativo, ya que la mayoría de los animales afectados pertenecen a especies sobre las que está vigente alguna figura de protección o de catalogación por su situación de vulnerabilidad.

Los ejemplares de grandes aves y de murciélagos copan los ingresos en el Centro de Recuperación de la Fauna Salvaje de La Alfranca | Foto: Gobierno de Aragón

En este sentido, “las especies más frecuentes” en los accidentes mortales y/o graves que se registran en los parques eólicos de Aragón a “los buitres leonados con 463 ejemplares” y, con 973, a los quirópteros, grupo en el que se “incluyen ejemplares de murciélago de Cabrera, murciélago enano, murciélago de borde claro y murciélago de montaña”, los cuales se ven “seguidos por la calandria, cernícalo vulgar y cernícalo primilla”, recoge el informe, que califica de “significativos también los 32 ejemplares de milano real, especie catalogada en peligro de extinción” y para la que, como ocurre con varias más de rapaces, el desarrollo de este tipo de energía renovable se está convirtiendo en un sumidero, según vienen denunciando varios grupos ecologistas.

La mortalidad se multiplica por 5 en un año y por 30 en 2

Esos accidentes tienen varios motivos entre los que destacan, por su frecuencia, dos. Por una parte, la mayor expectativa de rendimiento lleva a ubicar los parques en los corredores por los que circulan los vientos principales, cuyos trazados coinciden con los que las grandes aves y las rapaces suelen utilizar para despegar y, a menudo, también para desplazarse, lo que aumenta las posibilidades de que acaben produciéndose siniestros.

Y, por otra, los sistemas de iluminación de los molinos atraen de noche a los insectos, que son la base de la dieta de la mayoría de los murciélagos, lo que posibilitó que casi un millar de estos muriera en 2021 machacado por las aspas cuando se acercaba a las torres para alimentarse.

Ese tipo de mortandad se ha multiplicado casi por cinco en solo un año, al pasar de 520 víctimas a 2.560, y por treinta en dos, ya que en 2019 en La Alfranca solo tuvieron constancia de 84 bajas por colisiones con aerogeneradores.

Los daños en la fauna silvestre se han disparado coincidiendo con la aceleración en el despliegue de las energías renovables en Aragón | Foto: Gobierno de Aragón

Los registros, según los datos oficiales de la Consejería de Agricultura, revelan una progresión desmesurada en relación con el quinquenio 2016-2020, un lustro en el que el número aves (919) y murciélagos (341) que murieron engullidos por las aspas de los aerogeneradores fue de 1.260, menos de la mitad que solo el año pasado, y las especies afectadas fueron 79 (69 de pájaros y 10 de quirópteros), una veintena menos que únicamente en 2021.

Y todo apunta, vistos el ritmo de despliegue de los parques eólicos y las previsiones que manejan tanto las empresas promotoras como los gobiernos central y de Aragón, a que la evolución de esos datos seguirá al alza en los próximos años, ya que “Aragón es, en estos momentos, la cuarta comunidad autónoma que más aporta a la generación de energía renovable, y ha sido la comunidad con mayor crecimiento de generación renovable” tras alcanzar “casi un 80% de potencia instalada renovable para toda su capacidad de producción, con la eólica como principal tecnología”, recuerda la memoria.

¿Seguirán vigentes los planes de vigilancia tres o cinco años después?

El despliegue de las energías renovables, principalmente de la eólica y la fotovoltaica, presenta un ritmo vertiginoso en Aragón, donde, según indican los boletines de coyuntura energética del Gobierno autonómico, los parques de la primera de esas tecnologías pasaron de 75 a 91 entre 2011 y 2016 para alcanzar en los cinco años siguientes los 181, con una potencia instalada de 4.297 Mw (megawatios), el equivalente a cuatro centrales nucleares.

Por su parte, las instalaciones de energía fotovoltaica censadas en el país pasaron en esos dos periodos de 1.678 a 1.858 y de esa cifra a 1.845, en este caso con una potencia conjunta de 1.439 Mw que multiplica por diez la de hace una década mientras la de los aerogeneradores se ha triplicado.

No obstante, fuentes del Gobierno de Aragón cifraron en 160 los parques de energía eólica operativos en la actualidad, con una potencia de 4.400 Mw, y en 1.900, con 1.500 Mw, los de fotovoltaica, en el primer caso con una ‘lista de espera’ de 140 centrales en proceso de tramitación cuya capacidad total de 4.500 Mw supera ligeramente a la ya operativa y en el segundo con otra de 420 plantas y 8.000 Mw que multiplicaría por más de cinco la ya existente.

La velocidad a la que se está produciendo ese despliegue, que ha consolidado por encima de los diez millones de Mw.h (megawatios.hora) el excedente de electricidad de Aragón con previsiones de seguir aumentando, tiene una consecuencia técnica que influye directamente en el balance de los daños de los aerogeneradores, tal y como explica la memoria del CRFS de La Alfranca.

“La puesta en marcha de estos parques eólicos conlleva el desarrollo de planes de vigilancia de la mortalidad asociada a estas instalaciones, que además deben remitir los ejemplares hallados (…) para su registro y estudios forenses que verifiquen la causa de la muerte de los ejemplares”, explica el documento, que recuerda que “estos planes de vigilancia tienen una vigencia de entre 3 o 5 años posteriores a su puesta de funcionamiento, por lo que la irrupción reciente de muchas de estas instalaciones conlleva que se estén haciendo estos seguimientos de mortalidad y se trasladen los datos al CRFSA”.

¿Seguirá ocurriendo eso una vez vayan venciendo los trienios y los quinquenios a los que, según el caso, se limita por ahora la vigencia de esos planes de vigilancia? ¿Se prorrogarán o quedarán ‘superados’?

“Hay parques de reciente puesta en funcionamiento que muestran altas tasas de mortalidad y que están siendo objeto de una mayor atención por si fuese necesaria la adopción de medidas excepcionales de protección”, reconocía hace unos meses el consejero de Agricultura, Joaquín Olona, al responder a una pregunta del diputado de IU, Álvaro Sanz, en la que se mostraba abierto a ordenar la “parada temporal o definitiva de uno o varios aerogeneradores”, e incluso su desmantelamiento, tras “la evaluación de la mortalidad y de las circunstancias en las que esta se produce” y, en todo caso, “oída la comisión de seguimiento del parque en caso de que exista”.

Los accidentes de aves por colisión se duplican en un año

La memoria de La Alfranca destaca como “importante señalar que en los primeros años de funcionamiento del CRFSA, apenas hubo ingresos de individuos muertos”, lo que no deja de resultar una evidencia acerca de cómo el despliegue de las renovables está impactando en la biodiversidad de Aragón, con especial intensidad en su faceta ornitológica.

El año pasado, la principal causa de entrada de animales muertos o heridos “fue la colisión con 3.546 ingresos (58 %), que este año duplica sus valores respecto a 2020” y a la que sigue, muy de lejos, “los atropellos con 819 casos”.

Por la primera de ellas, tanto con aerogeneradores como con otros obstáculos naturales o artificiales, “se han visto afectadas 131 especies diferentes, destacando los 603 ejemplares de buitre leonado, que ha cuadriplicado el número de ejemplares ingresados por colisión”.

Por detrás, las mayores afecciones se concentraron en las cigüeñas comunes, la calandria, el vencejo, el cernícalo vulgar, el milano negro, el cernícalo primilla, el busardo ratonero y el milano real, que fueron “las especies con mayor número de ejemplares muertos por esta causa”.

Más de medio millar de aves mueren electrocutadas en los tendidos

Tras las colisiones y los atropellos se sitúa un motivo que también se encuentra relacionado con el despliegue de las energías renovables: las electrocuciones, por delante de otras como la meteorología adversa, la predación, los atrapamientos en construcciones, el trampeo deliberado o la caída en aljibes.

“La incidencia real de las electrocuciones en el medio natural, es una de las causas que se ha subestimando en los últimos años, según los registros de ingresos en el CRFSA”, apunta el informe, que destaca el “incremento real de tendidos eléctricos en nuestra comunidad autónoma ligada fundamentalmente al aumento de la instalación de energías alternativas”, a lo que suma un mayor “esfuerzo realizado fundamentalmente por los APN” (Agentes de Protección de la Naturaleza) en la localización de animales afectados por descargas eléctricas.

La lista de bajas se disparó hasta las 563, muy por encima de las 328 y las 411 de 2020 y 2019 y que duplica con creces tanto las 259 de 2018 como las 194 de 2017, en vísperas de que el despliegue de los parques eólicos se intensificara.

El número de animales muertos en accidentes crece a una velocidad netamente superior a la de los heridos, lo que revela la gravedad de los siniestros | Foto: Gobierno de Aragón

“La incidencia de la electrocución sigue siendo uno de los problemas más importantes para la conservación de muchas especies, sobre todo grandes rapaces y otras aves de gran tamaño que utilizan los postes eléctricos como oteaderos o lugar de nidificación, muchas de ellas en una situación crítica”, señala la memoria, que reseña cómo “durante el año 2021 la rapaz más afectada sigue siendo el buitre leonado, seguido del busardo ratonero, el azor, el águila real, el milano negro, el búho real, el milano real y el águila culebrera. Otras aves que resultan electrocutadas con frecuencia son la cigüeña blanca y el cuervo”.

“Si a los casos de electrocución con tendidos eléctricos, le agregamos los causados por colisión contra estas infraestructuras, el número de ejemplares se eleva hasta los 747 ejemplares y el número de especies susceptibles es mayor”, indica el informe, que destaca entre las afectadas “por su relevancia a las grullas” y señala como “muy destacable a tenor de la delicada situación de estas especies, los 21 ejemplares de milano real que han ingresado este año en el CRFSA, especie catalogada en peligro de extinción”.

La incidencia real de las electrocuciones “ha supuesto una presión importantísima a la actividad del Centro de Recuperación, así como al propio sistema de recogida de cadáveres de fauna silvestre del Gobierno de Aragón”, por el incremento de ingresos, añade.

“Estos datos han supuesto un profundo cambio”

El balance de actividad del Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de La Alfranca contabiliza el ingreso de 6.129 ejemplares de especies protegidas en Aragón, una cifra que duplica la de 2020. “De los 6.129 ejemplares ingresados, más del 40% (2.560 ejemplares) la causa de ingreso ha sido la colisión contra aerogeneradores”, señala la memoria, que anota que las afecciones en el grupo completo de animales con figuras de protección incluye a “aves, mamíferos, reptiles y anfibios distribuidos en 173 especies diferentes”.

“Estos datos han supuesto un profundo cambio en el análisis”, recoge el documento, ya que “por primera vez” más del 75% de los ingresos de especies protegidas (4.650) “se corresponden con ejemplares muertos”.

“El 54% de estos ingresos de ejemplares muertos correspondían a colisiones contra aerogeneradores”, añade el informe, que también llama la atención sobre el hecho de que “también por primera vez, el número de mamíferos ingresados en el centro ha superado la barrera del 20% del total de ingresos, debido casi exclusivamente al ingreso de 1.092 ejemplares de quirópteros, de los que 1.007 (92%) ingresaron a consecuencia de la colisión contra aerogeneradores”.

“En un periodo de tres años se ha triplicado el número de ingresos de ejemplares muertos de especies protegidas, manteniendo un incremento mantenido, pero mucho más discreto, el número de ejemplares que ingresan vivos”, recoge la memoria.

Las especies protegidas con mayores afecciones fueron el milano real con 110, la mayoría de los cuales “ingresaron por colisión contra aerogenerador o tendidos eléctricos y electrocución”, y el cernícalo primilla (109), a los que le siguen entre los pajaros las grullas (50), el aguilucho cenizo (15), la chova piquirroja (15), el alimoche (13) y, también, el quebrantahuesos (7) y el águila perdicera (8), un ave que se encuentra “en una situación muy crítica” tanto en Aragón como en el Estado español.

“Se confirmó tras el análisis forense que la causa de muerte fue debida a electrocución en tendido eléctrico en tres de los casos y una por colisión contra el aspa de un aerogenerador”, destaca la memoria de La Alfranca.

Datos por especies y territorios

Las aves, con 4.211 ejemplares, “representan el 74% de los ingresos que tuvieron lugar en el centro a lo largo del año 2021”. Dentro de estas, “destacan las aves rapaces diurnas, que suponen el 36% de todos los ingresos y el 68% del total de las aves”.

Por especies, casi uno de cada cuatro ingresos (977) corresponden a buitres leonados, a lo que se añaden 323 cigüeñas, 305 vencejos comunes, 145 aviones comunes y 110 búhos reales en “el sexto año consecutivo con más ingresos de esta especie”.

Los mamíferos fueron 1.457, “lo que representa el 24% de los ingresos y prácticamente duplica los datos del año 2020” con una presencia especialmente frecuente de los murciélagos, “ que han multiplicado por seis sus ingresos respecto al año anterior, pasando de 164 ejemplares durante 2020 a 1.097 ejemplares de 12 especies”. “Resulta muy significativo señalar que más del 90% ingresaron a consecuencia de la colisión contra aerogeneradores”, anota.

Un tercio de los 157 reptiles que llegaron al centro fueron tortugas mediterráneas (55), muy por delante de la culebra de escalera (29) o la bastarda (28).

Por territorios, el 69% de los animales procedían de Zaragoza (4.194), con especial incidencia en “las comarcas de Zaragoza, Cinco Villas, Ribera Alta del Ebro y el Campo de Borja que aglutinan casi el 70% del total de animales ingresados en 2021” en esa demarcación, con 1.251 ingresos procedentes de la capital.

“Más del 50% de los ingresos de la provincia de Zaragoza han sido a consecuencia de colisiones contra aerogeneradores”, destaca la memoria, que anota que “más del 90% del total de ingresos que por esta causa han tenido lugar durante este año 2021 en todo Aragón proceden de esta provincia, lo que coincide con la distribución actual de estos parques eólicos en nuestro territorio”.

Desde Teruel ingresaron 986 ejemplares en 2021, lo que suponen un incremento del 159% frente a 2020, con la mitad (53%) de los casos concentrados en el Bajo Martín, el Bajo Aragón y el Matarranya. De Uesca llegaron 939 animales, un 31 % de ellos desde La Hoya y un 14 % desde el Somontano.

También ingresaron en el centro cinco ejemplares procedentes de Nafarroa y uno de Alicante, Barcelona, Guadalajara, Tarragona y Soria.

Fuente:

https://arainfo.org/asi-es-la-masacre-de-las-renovables-los-aerogeneradores-matan-a-medio-centenar-de-aves-y-mamiferos-cada-semana-en-aragon/