Antibióticos, ganadería y cambio climático.

El otro día leí un artículo que hizo que mi mente se teletransportara a un rincón perdido en las montañas que me descubrió Luis. Luis es, probablemente, el último pastor auténtico que queda en los Pirineos. Anda de aquí para allá, echando un ojo a sus cabras, a sus vacas, a sus yeguas, a sus ovejas… Y como las ovejas no entienden de fronteras, también se encarga de controlar de vez en cuando algún que otro rebaño que se escapa del pastor y de los gendarmes. Incluso cuando desfallece algún montañero, por ahí aparece él, para hacerles mascar hierba de pedreguera y reponerse de la hipoglucemia. Y es único no solo por eso, sino porque es de los pocos pastores que siguen recurriendo al conocimiento tradicional, a los saberes que le enseñó su abuelo, basados en el uso de plantas, para prevenir las enfermedades de su ganado, curarles las heridas y las infecciones, facilitar que entren en celo… Sin embargo, Luis es un bicho raro en peligro de extinción. Ya no quedan casi pastores, y los pocos que quedan, hace tiempo que cambiaron el aceite de enebro por la enrofloxacina. “Es que tenemos 2000 ovejas en la finca, y 1000 están pariendo. No nos la podemos jugar” me dice Miguel, un extremeño enamorado de sus ovejas y sus burras que también es un bicho raro, porque los jóvenes que deciden ser ganaderos también son, a día de hoy, seres dignos de estudio. Y claro, en realidad, el problema no es que haya pocos pastores, sino que el problema es que ahora para salir adelante tienes que tener 2000 ovejas y hacer mil papeles; hay que dar a los animales un determinado pienso, porque sino no engrasan igual y entonces no se venden igual; hay que concentrar los partos y tener tres parideras en dos años…Y con tanto cordero junto, al final las diarreas van que vuelan y la única solución acaba siendo recurrir a antibióticos y antiparasitarios. El caso es, que todo esto vino a mi cabeza porque yo me acordé de Luis, y me acordé de Luis porque evita los antibióticos y el artículo que yo leía trataba sobre un estudio que había demostrado que el uso sistemático de antibióticos en ganadería no solo crea resistencias, sino que también aumenta la emisión de gases de efecto invernadero. Para demostrarlo, investigadores de las Universidades de Colorado y Helsinki administraron un antibiótico de amplio espectro y de uso común a un grupo de vacas con el objetivo de seguir el recorrido del antibiótico desde su administración en el animal. Lo que descubrieron fue que los residuos del antibiótico desechados en las heces, alteraban la microbiota del sistema digestivo de los escarabajos peloteros, coleópteros esenciales para completar el ciclo del carbono y para mejorar la fertilidad de los insectos, así como para combatir algunas plagas. Por otro lado, también observaron que con el antibiótico las vacas desprendían 1,8 veces másmetano (gas de efecto invernadero) en las heces. Además, en una entrevista realizada por la BBC a Tobin Hammer, uno de los responsables del estudio, este aseguraba que “es probable que los antibióticos aumenten también los niveles de metano eructado”, que es la forma principal por la que los rumiantes eliminan el metano, sin embargo, no pudieron medirlo en su estudio. La noticia de la BBC concluía asegurando que este hallazgo suponía un golpe para los ganaderos, y yo pensaba en Luis, y en Miguel, y en Antonio… Y en tantos y tantos ganaderos que administran antibióticos porque sólo así pueden conseguir el nivel de producción que les exige el mercado para poder abastecerse de toda la cantidad demandada de productos de origen animal. Y en realidad, pensaba yo con mi mente refugiada en las montañas, debería ser un golpe para los consumidores, y estos deberían ser conscientes del impacto ambiental de los alimentos, pero eso, mejor, os lo cuento otro día. Referencias: Hammer, T.J., Fierer, N., Hardwick, B., Simojoki, A., Slade, E., Taponen, J., Viljanen, H., Roslin, T., 2016. Treating cattle with antibiotics affects greenhouse gas emissions, and microbiota in dung and dung beetles. Proceedings of the Royal Society of London B: Biological Sciences 283.doi:10.1098/rspb.2016.0150 Harrabin, R. (25 Mayo 2016). Cattle drugs could fuel climate change, study suggests. In BBC Science & Environment. Recuperado de http://www.bbc.com/news/science-environment-36368734 Autora: Lucía López Marco (IAMZ-CIHEAM) http://mallata.com/