
Avanzan los trabajos para contabilizar la especie del urogallo en la provincia.
El censo con análisis genético ha permitido detectar 168 ejemplares hasta el año 2022, en una labor de recuperación de los hábitats, para favorecer a este especie, que coordina el Gobierno de Aragón.
Los trabajos de conservación del urogallo en la provincia van dando pasos para poder salvar a esta especie en la provincia, que sigue en peligro de extinción y muy afectada por los efectos del cambio climático. En este caso el jefe de la sección de especies catalogadas del Gobierno de Aragón, Rafael López del Río, matiza que la especie se ha visto afectada por los cambios en la estructura de los bosques. “El urogallo es una especie que depende de bosques abiertos, muy luminosos con un sotobosque rico en especies nutricias como el arándano o el enebro, que se ven afectadas porque la vegetación se va cerrando y entonces la fructificación es mucho menor”, detalla.
Del mismo modo, “la superficie de pastizal y matorral y bajo arbolado se han perdido y con ello el hábitat de la especie”. Además de este alimento, las hembras con pollos precisan de insectos y al haber menos, aumentan las dificultades para sacar adelante la especie. A este contratiempo se suman el incremento de poblaciones de especies que compiten con el urogallo por el alimento como los ungulados (ciervos, corzos, rebecos) y otras predadores como el zorro, la garduña, la marta o animales asilvestrados como los gatos que están subiendo su población. Respecto al cambio climático, el jefe de la sección de especies catalogada del Gobierno de Aragón explica que “el urogallo es una especie subalpina, con un hábitat de alta montaña de zonas más frías que cada vez se reducen más”.
Situación y censo
El urogallo es una especie que se distribuyó históricamente por toda la cordillera pirenaica e incluso en el Prepirineo, aunque la recesión de la especie ha hecho que los ejemplares se concentren solo en las comarcas de Ribagorza y Sobrarbe. Por otro lado, existen algunos ejemplares sueltos en la comarca de Jacetania aunque con ejemplares no reproductores.
“En los últimos años hemos visto que la distribución de muchos cantaderos activos en la provincia han dejado de estarlos tanto en la Jacetania como en las comarcas orientales de Ribagorza y Sobrarbe al desaparecer los machos”, comenta López del Río quien detalla que esta situación es extrapolable en Cataluña y en Picos de Europa. En el censo del 2017, el Gobierno de Aragón contabilizó 40 ejemplares de machos contabilizados en la provincia y en el más reciente, del año 2022, “se ha observado un incremento del número de ejemplares con una población mínima de hasta 168 ejemplares porque ha cambiado la metodología al utilizarse el análisis genético más exhaustivo y profundo a partir de la recogida de excrementos del urogallo”. Para el próximo 2026 se está planteando realizar un nuevo censo genético con esta metodología para comparar si se han incrementado o reducido los ejemplares identificados con el censo del 2022. Mediante el seguimiento de las poblaciones del urogallo con el censo genético, “se están conociendo los movimientos de los ejemplares”, describe López del Río. Por otro lado, los estudios realizados han permitido identificar una pérdida de la calidad del hábitat. “Estamos mejorando el hábitat mediante tratamientos selvícolas que permiten adecuarlo a su estado óptimo reduciendo la densidad de la vegetación con la presencia de árboles más maduros que utilizan como perchas y con luminosidad en el sotobosque”, comenta. A través de los Fondos Next Generation en el periodo 2021-2025, se han destinado dos millones de euros en Aragón para la recuperación del urogallo en las zonas de Benasque, Bielsa, Tella-Sin, Plan y Espés, en el municipio de Laspaúles, con casi 300 hectáreas de restauración del hábitat. Además el año pasado comenzó un proyecto piloto en Aragón que coordina el ejecutivo autonómico y la Fundación Artemisan basado en el control de depredadores, que se capturan y trasladan a otros lugares alejadas del urogallo. Precisamente, con este trabajo el urogallo ha vuelto a detectarse en el monte de Labert en Benasque. A su vez en la zona de Tella-Sin ha aparecido un cantadero nuevo gracias a los trabajos de restauración de bosques y en el que ya están presentes varios ejemplares de la especie. Además se está realizando un seguimiento científico de la especie para evaluar las tareas de restauración realizadas sobre la población de urogallo. Un trabajo de recuperación del urogallo que es posible gracias al servicio de Biodiversidad del Gobierno de Aragón, con tres técnicos forestales que dirigen las actuaciones en Huesca, agentes de protección de la naturaleza de Sobrarbe y Ribagorza. Y como colaboradores figuran cuatro empresas forestales, la Federación Aragonesa de Caza y la Fundación Artemisan.
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