Among the birds, through the Sierra de Partara.

Poisoned baits, an illegal and dangerous practice that is reaching urban environments.

The use of poisoned bait is prohibited and punishable in Spain, yet hunters, farmers and ranchers continue to resort to this dangerous and harmful practice to eradicate wildlife that “bothers” them, especially predators, and increasingly close to urban areas, killing dogs and cats.

Y todo a pesar de que ya se sabe que el uso del veneno es especialmente perjudicial para la biodiversidad por su alcance indiscriminado, ya que puede afectar a todas las especies del ecosistema en que se emplea e, incluso, colarse en la cadena trófica, llegando a los humanos. Mientras en los 90, el uso de cebos envenenados estaba muy ligado a los cotos de caza, con cerca del 80 % de los casos detectados, en los últimos años, este porcentaje ha caído hasta el 30 %, al tiempo que ha aumentado significativamente en agricultura y ganadería, han explicado a EFEverde desde el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), . Entre las víctimas de este método y otros artes de caza no selectivos, destacan buitres leonados, córvidos, milanos, zorros, águilas imperiales, osos pardos y lobos ibéricos, a los que en los últimos años se están sumando perros y gatos domésticos, dado que el uso de veneno se está aproximando a los entornos poblados. En total, en cinco años, entre 2019 y 2023, la cifra de cadáveres de animales envenenados hallados fue de 879, según datos del Seprona, que revelan que el peor año fue 2021, con 291 muertes por envenenamiento constatadas. Alta toxicidad Aunque el veneno se usa para con la intención de matar animales considerados como dañinos para la caza, ganadería, agricultura, avicultura, colombicultura o apicultura, la realidad es que no sólo afecta a la especie objetivo, sino que daña a otras muchas, incluyendo animales domésticos e, incluso, humanos. Esto se debe a que muchas de las sustancias utilizadas tienen una toxicidad tan alta que, además de matar en cuestión de segundos al animal que come el cebo, perduran en el tiempo por lo que existe riesgo de transmisión a otras muchas especies depredadoras o carroñeras y de propagación a lo largo de toda la cadena trófica. Los buitres, como carroñeros obligados, son de las especies más vulnerables, llegando a registrarse muertes en masa debido a su comportamiento social de búsqueda de alimento, han destacado desde el Seprona. De la misma manera, otras especies especialmente protegidas, como el águila imperial, el milano real, el quebrantahuesos, el alimoche, el lobo o el oso pardo, se encuentran amenazadas por este tipo de “envenenamiento secundario”. Pero, ¿por qué se sigue usando veneno? En España, el uso de cebos envenenados para eliminar depredadores fue autorizado por la Ley de Caza de 1879 y, hasta su prohibición, en 1983, se reconocía la figura de envenenador profesional. “Su uso era social y legalmente aceptado, por lo que, en cierta medida, está normalizado para el control de la fauna silvestre”, ha señalado a EFEverde fuentes del Seprona. Por otra parte, perseguir esta práctica es difícil porque, habitualmente, es empleada por personas altamente experimentadas, con un gran conocimiento del terreno y de las especies a las que va dirigido. Además, está la sensación de “impunidad” que otorga el hecho de que el uso de cebos envenenados no requiera la presencia continuada del autor en el lugar en el que se colocan. Las bajas penas previstas en el Código Penal (de 4 a 2 años de prisión) tampoco disuaden a los potenciales envenenadores, a los que, además, es muy difícil perseguir porque en este tipo de delitos “no suele haber testigos”. Operación Noxia (Antitox) Así, aunque también ha aumentado la concienciación, lo cierto es que en España se siguen usando métodos de caza prohibidos.

To fight against them, the Seprona has been launching special operations every year for about fifteen years, among which Noxia (formerly Antitox) stands out. These are high-intensity operations that are carried out annually throughout the national territory to prevent, detect and eradicate the use of poisoned bait and other non-selective means of hunting in the natural environment, such as traps, snares, traps and nets. Dogs from the Guardia Civil’s Cynological Service, specialized in detecting poisoned bait, participate in these operations, which exponentially increases the effectiveness of the devices. In addition to monitoring the areas in which the use of these devices is suspected, establishments selling toxic phytosanitary products containing aldicarb, carbofuran and other similar substances are also inspected. 36 arrested/investigated in a single campaign In the 2023 campaign alone, 430 inspections were carried out related to 48 offenses and 237 administrative infractions and resulted in 36 persons arrested/investigated and the finding of 129 poisoned animals, 158 poisoned baits and 829 prohibited gears. Among these indirect hunting methods: 508 bird traps, ribs/pegs with pegs for birds (easy to build, cheap and very difficult to detect), 39 traps for mammals, 225 snares, 34 nets for rabbits and 18 trap cages. In addition, 8 hunting weapons without documentation and 2 thermal scopes were seized, which, according to Seprona, shows the link between poaching and the use of poison and other non-selective means. The majority of criminal offenses (62 %) were categorized as a crime against flora and fauna; 21 % as a hunting crime, 13 % as other crimes and 4 % as a crime of animal abuse, a percentage that will undoubtedly increase in the future, since since 2023, the Penal Code has extended the protection of this type to all vertebrate animals (not only domestic). Dogs and cats In total, 198 animals died in the last campaign for which data are available (April 2023-March 2024), including griffon vultures (31), turtle doves (31), corvids (26) and kites (16), whose feeding characteristics make them particularly sensitive to the use of poison in the natural environment. In mammals, dogs (28) and domestic cats (16) stand out, indicating the increasing incidence of poison in urban environments, followed by foxes (11) and rabbits (7), in this case, especially affected by the use of snares. These figures do not reflect the real dimensions of the problem, since these gears, especially with regard to poison, affect a number of animals that is impossible to determine exactly.

Source:

https://efeverde.com/cebos-envenenados-ilegal-peligrosa-practica/?s=03