539 puntos negros donde los pájaros mueren electrocutados.
El problema de la financiación, que debe ser a través de ayudas estatales, está dificultando la correción de la red que está en mal estado. La Generalitat ha comunicado a la Fiscalía de Barcelona que ha detectado al menos hasta el 2016 un total 539 puntos negros de la red eléctrica catalana en los que se han fallecido aves electrocutadas. Entre el 2015 y 2017 se han abierto expedientes administrativos por la muerte 580 ejemplares de distintas especies por descargas eléctricas o colisión con las torres. 219 son cigüeñas blancas y la comarca más afectada es la de la Noguera, seguida del Montsià. La Administración catalana no ha impuesto ninguna sanción por estos incidentes. Otras comunidades, como Castilla-La Mancha, sí que lo han hecho. El fiscal delegado de Media Ambiente de Barcelona, Antoni Pelegrín, abrió a finales del año pasado una investigación para esclarecer si las compañías eléctricas y la Generalitat cumplen o no la normativa que fija medidas encaminadas a evitar que las aves mueran electrocutadas al por posarse en las torres y cables de distribución. Los tendidos eléctricos distribuidos a lo largo de la geografía española ocasionan el fallecimiento de, al menos, unas 33.000 rapaces al año. Un problema añadido es que los pájaros que sufren la descarga pueden caer al suelo entre llamas y pueden provocar un incendio. La fiscalía ha solicitado información a la Generalitat para poder evaluar si se está vulnerando un real decreto del 2008 que fijaba medidas para la protección de la avifauna contra la colisión y la electrocución en líneas eléctricas. Esta normativa estatal asumía los gastos y daba un plazo a las comunidades autónomas para que publicaran un inventario de tendidos más peligrosos y un listado de sus zonas de protección: parajes de especial valor. La Generalitat ha confeccionado esa relación de torres más peligrosas en Catalunya que requería el real decreto que, además, fijaba que el Gobierno central pondría en marcha los mecanismos necesarios para la “financiación total” de los trabajos para corregir los defectos en las líneas eléctricas en mal estado. Sin embargo, estas ayudas están paralizadas. Todavía no ha salido ninguna convocatoria sobre estas subvenciones pública. Fuentes del sector eléctrico reconoce que estos es un impedimento, pues son las eléctricas las que deben asumir con su dinero el gasto de los arreglos. Fuentes de la Conselleria de Territori i Sostenibilitat han asegurado a este diario que se “está trabajando para otorgar ayudas para financiar una parte de las actuaciones necesarias para corregir puntos conflictivos de la red eléctrica relacionados con accidentes de aves”. En concreto, han indicado, “la Generalitat asumiría el 40% y la compañía el 60%”. Asimismo, han precisado que tienen constancia de que durante los últimos años se han mejorado los puntos conflictivos detectados. Entre el 2015 y el 2017, según los datos remitidos a la fiscalía, se abrieron 580 expedientes por electrocución de aves. En algunos puntos negros, incide el informe oficial, son reincidentes y otros muy conflictivos. El 26 de julio del 2017, por ejemplo, se encontraron 19 cigüeñas muertas en el paraje de Les Clapisses, en el municipio de Mas de Barberans (Montsià).
Durante la primavera de este año, los agentes rurales han enviado a la fiscalía una docena de atestados policiales sobre el deceso de aves. En agosto del 2014, meses después de que se publicara la resolución por la que se revisaba las fases para corregir las líneas eléctricas, la Direcció General de Medio Natural i Biodiversitat de la Generalitat remitió una carta al menos a Endesa, la principal eléctrica que opera en Catalunya, en la que le solicitaba que mientras no se solucionara el problema presupuestario por parte del Ejecutivo español se procedieran a arreglar, “aunque sea de manera provisional, pero efectiva” los posters más peligrosos para que no continúen causando” la muerte de aves. Esta misiva iba acompañada de un listado de los puntos con más electrocuciones. Al cabo de casi dos años, en abril del 2016, la Administración catalana volvió a solicitar esa colaboración. Entonces detallaba que solo se habían corregido cinco de los 483 soportes peligrosos, a los que añadió 56 nuevos. La Generalitat requería un arreglo provisional hasta que no se solucionara la financiación estatal. En concreto, se aislara determinados tramos, así como “puntos flojos más expuestos”. A la vez reconoce que “con estas correcciones no se resolverá este gran problema ambiental que sufrimos en Catalunya, pero será un paso importantísimo para reducir y minimizar sustancialmente el descenso de las poblaciones de numerosas especies de pájaros protegidos”. Destaca el águila perdiguera, que está amenazada y tiene como principal causa de mortalidad la electrocución, En este sentido, Endesa ha explicado a este diario que se han efectuado 358 correcciones de postes o tendidos entre junio del 2016 y el mismo mes de 2018. Estas labores las efectúa aprovechando el mantenimiento de las líneas, cuando los agentes rurales les avisan de alguna electrocución o en las redes que pasan por zonas específicas de protección. Según el portavoz de la empresa, también se está invirtiendo en la rehabilitación de aves mediante técnicas, por ejemplo, de laser.
Fuente: El Periodico de Cataluña (28-7-2018).